El Centro de Cooperación Policial de Canfranc ha ayudado a la Gendarmería francesa a resolver el supuesto caso de un pirata (delincuente) de la carretera que había sido denunciado por una conductora unos días antes. Esta automovilista manifestó que cuando circulaba por la A-63, que une Burdeos con España por Irún, fue hostigada por un Volkswagen Golf con matrícula belga, en el que supuestamente viajaban tres hombres que tenían intención de atracarla.

Sin embargo, gracias a las imágenes captadas por las cámaras de tráfico y a los datos aportados desde Canfranc, no se trataba de un Golf sino de un Polo con matrícula española y no belga. Además, resultó que en el vehículo viajaba una pareja y, al parecer, un niño. Los datos de la Policía española revelaron que carecen de antecedentes policiales y judiciales.

La Gendarmería niega que por esa zona circulen delincuentes que asaltan a otros conductores a los que persiguen hasta obligarlos a parar. La versión que ofrecieron a los medios galos fue la de que la denunciante debió de irritar al conductor español con alguna maniobra y que este la acosó para intimidarla.