Los policías que interrogaron a Antonio Royo Velilla, el escolta del consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, dirigieron buena parte de sus preguntas a conocer aspectos relacionados con el político y número dos del PAR, según ha podido saber EL PERIÓDICO.

Royo Velilla fue interrogado el jueves tras personarse en la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza acompañado por su abogado José Antonio Ruiz Galbe, que también ha asumido la defensa de su madre, María Jesús Velilla, responsable de Gestión Urbanística Zaragoza, una empresa con sede en la calle Cádiz de la capital aragonesa que también opera en Villanueva de Gállego.

Antonio Royo es empleado de una empresa de seguridad contratada por el Gobierno de Aragón y que, entre otros servicios, se dedica a la protección de los altos cargos. Está asignado al Departamento de Medio Ambiente, en el que ya actuó como escolta del antecesor de Boné, Víctor Longás.

El joven se encontraba en Estambul cuando el juez de La Almunia, Alfredo Lajusticia, desató el pasado miércoles la Operación Molino, en la que ya hay 20 imputados. Royo se desplazó a la capital turca como escolta de Boné, que estaba participando en el Foro Mundial del Agua. El mismo miércoles, el Cuerpo Nacional de Policía lo localizó y le comunicó por teléfono que debía presentarse en la Jefatura zaragozana para prestar declaración como imputado en la presunta trama de corrupción urbanística. Se presentó el jueves por la mañana acompañado por su letrado.

Dos policías le interrogaron el jueves por la tarde por espacio de cerca de una hora. Buena parte del cuestionario iba dirigido a conocer qué vínculos tiene con el consejero de Medio Ambiente y a cuestiones relacionadas con las actividades de Boné.

Una vez finalizado el interrogatorio, el abogado presentó en la misma Jefatura Superior de Policía una denuncia contra las dos agentes que habían tomado testimonio al escolta por obstaculización del derecho de defensa. Considera que Royo apenas fue preguntado por asuntos relacionados con sus posibles actuaciones delictivas y que, por el contrario, las agentes dedicaron buena parte del interrogatorio a interesarse por cuestiones relativas a una persona que ni siquiera se encuentra encartada en las diligencias.

Ruiz Galbe también pidió ayer el amparo del Colegio de Abogados de Zaragoza, al que solicitó que tome cartas en el asunto.

Una hipotética aceptación de la denuncia podría tener consecuencias en la tramitación de las diligencias, ya que, en aplicación de la teoría de los frutos del árbol envenenado, podría llegar a conllevar la nulidad de las actuaciones relativas a Royo, así como las que, si se pusieran en marcha, pudieran afectar al consejero de Medio Ambiente.

Antonio Royo Velilla fue conducido a última hora de la tarde de ayer, junto con otros 16 imputados, ante el juez de La Almunia, que inició la toma de declaraciones.