El Cuerpo Nacional de Policía inició ayer una huelga de celo en respuesta a la convocatoria del SUP, sindicato mayoritario, como protesta por el retraso en el cumplimiento de los acuerdos firmados el pasado mes de abril. Según fuentes de la organización, la huelga, o trabajo a reglamento, se mantendrá hasta que la Dirección General de Policía "abona definitivamente la deuda, incluyendo la productividad de dirección por objetivos".

El Ministerio de Interior intentó el pasado viernes que se desconvocara la huelga, al tiempo que el Consejo de Ministros aprobaba las reformas del Real Decreto que regulaba las retribuciones de los agentes. Así se lo comunicó el director general de policía, Víctor García Hidalgo, a los responsables del SUP.

Sin embargo, los agentes sólo recibirán en la nómina de agosto un tercio de las cantidades adeudadas, sin que Garcia Hidalgo señalara una fecha para satisfacer las cantidades atrasadas, aunque manifestó que se intentaría hacerlas efectivas el próximo mes de septiembre.

Los responsables del SUP no valoraron ayer la repercusión de la protesta en Aragón, donde un tercio de la plantilla está de vacaciones, pero anunciaron que la postura se endurecerá tras el verano. Otros sindicatos, como la Confederación Española de Policía (CEP), también preparan movilizaciones tras el verano.