La Policía Local de Zaragoza detectó el pasado fin de semana a 61 menores en un bar de la avenida Fernando el Católico, la mitad de ellos bebiendo alcohol. Un hecho que el Cuerpo quiso difundir a través de las redes sociales para crear conciencia ciudadana a la hora de avisar de su presencia, porque, pese a lo llamativo de la cifra, no es un hecho aislado: el año pasado, identificaron a 700 menores bebiendo alcohol en locales.

Las intervenciones, precisaron fuentes del cuerpo, se repartieron entre una treintena en la capital aragonesa, incluyendo pubs, discotecas, locales alquilados e incluso naves industriales que habían sido arrendadas u ocupadas con motivo de alguna gran celebración.

Concretamente, fueron 28 de estos recintos en los que la Policía Local encontró a los 700 menores, y cursó un buen número de denuncias, que no pudieron ser precisadas.

La mayoría de ellas fueron por permitir la entrada de menores y su consumo de alcohol -consideradas graves y sancionadas con entre 3.000 y 30.000 euros, según la normativa municipal-, aunque también las hubo por exceso de aforo, por exceder el horario para el que tenían licencia o por no tener un servicio de admisión para vigilar y contolar la entrada -portero, básicamente-, obligatorio a partir de cierto nivel de aforo o características del local en cuestión.

EMPLAZAMIENTO

Los locales y bares están repartidos por varias zonas de la capital aragonesa, pero donde más se ha detectado la incidencia y reiteración es en el Casco Histórico, según explicaron fuentes policiales. En anteriores ejercicios, de hecho, tuvieron que intervenir en un bar de esa misma zona que aparentemente estaba cerrado por las noches, teniendo permiso para funcionar, y que en realidad trabajaba a puerta cerrada, repleto de menores.

Las inspecciones nocturnas de locales, para control de licencias, aforo, ruidos o normativa de veladores, eran tradicionalmente tarea de la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC), pero a mediados del año pasado pasaron a encargarse de ella la Unidad de Seguridad Nocturna (USN) entre semana y la Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO) de jueves a domingo.

Estos agentes patrullan de paisano, y si se detecta alguna irregularidad que precise intervención, como las de menores (que requiere controlar que no se de a la fuga ninguno e identificar a todos), se echa mano de más agentes.