La titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, Nicolasa García, tomó ayer declaración al exjefe de la Oficina de Tráfico de la Policía Local, Javier Valenzuela Recio, después de recibir el informe realizado por el Cuerpo Nacional de Policía sobre la investigación abierta contra él por, supuestamente, grabar a sus compañeras. El material analizado sería comprometedor, según fuentes consultadas por este diario, ya que corresponderían en su mayoría a mujeres con piernas descubiertas e incluso aparacería la ropa interior que usan.

El imputado aseveró, al igual que lo hizo ante los miembros de la Unidad de Familia y Mujeres (Ufam) de la Policía Nacional que le detuvieron, que instaló cámaras ocultas como medida de protección al sentirse, en ocasiones, amenazado o coaccionado por los ciudadanos que recibía en su despacho con el objetivo de analizar las sanciones impuestas. Según estas mismas fuentes, relacionó esta forma de actuar con la sensación de inseguridad que, según él, existe en las instalaciones que ocupaba, es decir, en la comisaría de la Policía Local en los Pinares de Venecia. Durante el interrogatorio, en el que estuvo presente su letrado defensor, Rafael Hidalgo, y la abogada de las denunciantes, Olga Oseira, este hombre dijo que las imágenes eran borradas a diario y que las que consiguieron analizar los agentes de Policía Científica y Delitos Tecnológicos corresponden con las que se pudieron grabar ese día, no otras.

DESDE LA CINTURA

También tuvo que explicar por qué las imágenes examinadas solo son de cintura hacia abajo. Lo justificó, afirmando que se debía a que era en las piernas donde podían esconder algún tipo de arma o alguna grabadora para ser utilizada en contra de él, recalcaron estas mismas fuentes. Hecho que sorpendió a los asistentes, quienes le preguntaron cómo iba a interponer denuncia contra una persona que llevara, por ejemplo un arma, si la cara no era captada por los dispositivos que instalaba.

Asimismo tuvo que responder a la pregunta de por qué aparecen extremidades inferiores de mujeres y ningún pantalón. Ante ello, Valenzuela Recio afirmó, según estas mismas fuentes, que tendría que haber, aunque esas no hayan sido destacadas por los investigadores.

Las pesquisas se iniciaron tras la denuncia interpuesta por siete mujeres. Estas señalaron que colocaba una de esas cámaras en una papelera delante de su mesa con la que las grababa tras llamarlas para que se acercaran hasta su puesto. El ayuntamiento lo tiene suspendido de empleo y sueldo.