Los responsables de la investigación del asalto perpetrado esta semana a una armería de Huesca, en el que resultó herido de bala el propietario del establecimiento, valoran la posibilidad de que los hechos no sean un atraco y continúan con otras hipótesis de trabajo abiertas.

Según han informado a Efe fuentes del caso, el desarrollo de lo ocurrido desde que se produjo el robo, en Zaragoza, del coche en el que viajaron los autores del asalto hasta Huesca hace barajar a los agentes policiales otras opciones, además de un posible intento de robo de armas.

No descartan que los delincuentes tuvieran como objetivo desde un principio la armería, aunque desconocen los motivos que les habrían conducido hasta el establecimiento, en el que se encontraba el propietario en esos momentos.

La elección de la armería oscense para llevar a cabo un robo y el desplazamiento desde Zaragoza en un coche robado hasta una zona muy concurrida de la capital altoaragonesa provoca dudas a los investigadores.

Los dos asaltantes, que cubrían sus cabezas con capuchas, estacionaron su vehículo en doble fila frente a la armería y entraron en su interior, uno con una arma blanca y el segundo con una arma corta de fuego.

Aunque unos testigos apuntan a que el dueño del comercio, de 34 años, se enfrentó a los delincuentes antes de recibir el disparo que atravesó sus dos piernas, otros apuntan a la posibilidad de que sufriera la herida cuando trataba de huir.

Un testigo que se encontraba en la zona en el momento de producirse los hechos ha asegurado, en declaraciones a Efe, que le pareció que el propietario de la armería fue herido cuando trataba de escapar, y que al menos se produjeron cuatro o cinco disparos.

Ha añadido que los delincuentes tuvieron que maniobrar con su vehículo antes de emprender la huida ya que había un turismo delante del suyo también aparcado en segunda fila.

Este testigo ha destacado que a la hora en que se produjo el tiroteo, sobre las 20.30 horas, la calle donde se ubica la armería suele estar muy concurrida.

Aunque una posible autoría por parte de terroristas está "absolutamente descartada" por los investigadores, la hipótesis del robo es aún una de las distintas líneas de trabajo mientras se trata de identificar a los autores del asalto.

Con este fin, especialistas de la policía científica buscan indicios en el vehículo Fiat Punto de color rojo empleado por los delincuentes en su huida hasta Candasnos (Huesca), donde lo abandonaron en un descampado ante el dispositivo policial montado.

El dueño de la armería permanece ingresado en el Hospital San Jorge de Huesca, al que fue trasladado por las asistencias sanitarias tras los hechos.

El coche utilizado por los asaltantes fue sustraído a una mujer a la que secuestraron y abandonaron maniatada en el polígono industrial de la Cartuja, en la capital altoaragonesa, antes de emprender viaje hacia Huesca.