El puerto de Portalet fue abierto ayer, sobre las tres de la tarde, tras permanecer más de un mes cerrado intermitentemente debido a las fuertes y sucesivas nevadas que han caído en esa zona del Pirineo durante el invierno. La prolongada clausura de este paso fronterizo ha causado airadas protestas por parte de los empresarios oscenses, que han denunciado con frecuencia que Francia destina pocos medios al mantenimiento de las condiciones de seguridad en la carretera entre la frontera y la localidad de Laruns.

No obstante, los conductores que tomen esta ruta deberán ir provistos de cadenas o de neumáticos de invierno, dado que la inestabilidad del tiempo podría ocasionar nuevas nevadas. Además, sigue latente cierto riesgo de aludes, dado que las laderas pirenaicas se encuentran cubiertas de una gruesa capa blanca. Durante el día de ayer, los quitanieves franceses y españoles, que trabajan coordinadamente, acabaron de despejar la carretera a ambos lados y limpiaron los párkings existentes en la misma línea fronteriza.

Por otro lado, el túnel de Bielsa, reabierto desde el miércoles, requería ayer el uso de cadenas desde su acceso por la A-138, al igual que sucedía en la A-2617, en el tramo que comunica con Espierba.

Al igual que ha ocurrido con Formigal, el prolongado cierre del túnel de Bielsa por culpa de la nieve ha generado críticas de la Cámara de Comercio de Huesca, dado que se trata de una vía fundamental para la zona oriental de Huesca, desde el Pirineo al Somontano de Barbastro.

Asimismo, eran necesarias igualmente las cadenas para transitar por la A-139, entre Benasque y la estación de esquí de fondo de los Llanos del Hospital, y por la A-2617, desde Cerler hasta el Ampriú.

FUERTES VIENTOS

Los trabajos de limpieza permitieron hacer accesible el tránsito entre Canfranc Estación y el paso de comunicación con Francia ubicado en el alto del puerto de Somport, tramo por el que era necesario circular con cadenas y que comunica con Astún y Candanchú.

Por otro lado, la comunidad aragonesa registró ayer fuentes vientos, que en algunas zonas del Pirineo llegaron a alcanzar los 100 kilómetros por hora. También se produjeron rachas de gran intensidad en el valle del Ebro, en particular en Zaragoza, donde superaron los 50 kilómetros por hora. En el norte de Huesca, el viento superó los 100 por hora en Aínsa y también en la localidad de Jaca, al tiempo que las temperaturas sufrían un acusado descenso del que empezarán a recuperarse lentamente a partir de hoy.