El Partido Popular reunió ayer al comité de dirección y a la junta directiva para analizar los resultados de las elecciones generales del 26-J. La coalición PP--PAR ganó los comicios de forma cómoda (35,89% de los sufragios); mejoró en más de 22.000 votos lo conseguido el 20-D, lo que supone una subida del 4,6%, por encima de la media nacional. Haciendo una proyección de los datos al ámbito de la comunidad y de Zaragoza, los conservadores estarían en disposición de gobernar Aragón y el ayuntamiento de la capital, con el apoyo de C's y del PAR.

Así lo explicó la presidenta de los populares aragoneses, Luisa Fernanda Rudi, que matizó que proyectar los datos de las generales a un escenario autonómico y municipal es un mero ejercicio "intelectual". Pero no deja de ser una prueba del optimismo que reina en las filas conservadoras. La lideresa confirmó que una vez haya Gobierno central y se celebre el congreso nacional de su partido, se abrirá el melón de su sucesión en la comunidad, sobre el mes de octubre. El objetivo es que a final de año la renovación esté completada.

Rudi descartó la posibilidad de buscar acuerdos más amplios con el Ejecutivo de Javier Lambán, al que calificó de "débil e inestable". Sobre una posible alianza auspiciado por lo que suceda en Madrid fue tajante: "No se plantea. Ni se lo hemos ofrecido al presidente de Aragón", dijo.

En todo caso, recordó que su partido ya ha tenido que apoyar al Gobierno autonómico para cuestiones puntuales: justicia gratuita, la educación concertada y el pago de la extra a los funcionarios --que no se ha hecho efectivo--. Pero señaló que han sido muy críticos con la gestión de la coalición PSOE-CHA, sobre todo con la subida de impuestos. "Seguiremos defendiendo nuestro modelo", anticipó.

Y el modelo que Rudi, y en general todo el PP, defiende para el ámbito nacional, tras los comicios del 26-J, pasa por la conformación de un Gobierno estable junta al PSOE y a Ciudadanos.

La presidenta de los populares aragoneses hizo un llamamiento a la "responsabilidad de los partidos constitucionalistas" porque, dijo, "España necesita un Gobierno cuanto antes". Instó a los socialistas a que recapacite y se den cuenta de que se enfrenta a una situación en la que puede demostrar si tiene visión de Estado, permitiendo gobernar a Mariano Rajoy, o, por el contrario, adoptar un punto de vista "cortoplacista".

Sin el voto favorable o la abstención del PSOE es "muy difícil" conformar un pacto de legislatura, ya que con los nacionalismos es "harto difícil", admitió. Los tres partidos constitucionalistas "están llamados a entenderse", agregó Rudi.

Recordó la situación que se dio en el País Vasco cuando, en mayo del 2009, el PP apoyó la investidura del socialista Patxi López como lehendakari, además de "facilitar la gobernabilidad" durante cuatro años en esa comunidad.