Solo 24 horas le duró al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) la resaca de haber aprobado el presupuesto del 2017 para el ayuntamiento de la capital aragonesa. Ayer amaneció con la denuncia pública del PP municipal de haber actuado con «trato de favor» en el reparto de subvenciones de Zaragoza Cultural hacia la asociación A Zofra, un colectivo que estuvo presidido durante años por la que hoy es teniente de alcalde de Participación Ciudadana, la concejala Elena Giner, del que se desvinculó en abril del 2015, dos meses antes de tomar posesión del cargo.

Acusó a ZeC de haber favorecido la adjudicación de 14.775 euros al proyecto El Quiosco. Mapas de poder en Zaragoza, una iniciativa que pretendía «determinar y divulgar quiénes son las personas más influyentes de Zaragoza y qué relaciones hay entre ellas», según explican ellos mismos, y que sirvió para «financiar su propaganda política y subvencionar a sus militantes».

ACUSACIONES // El portavoz conservador en el consistorio, Jorge Azcón, se refería al quiosco de prensa instalado, en noviembre del 2016, durante dos semanas en la plaza San Felipe. Desde él se distribuía este trabajo, ¿Quién manda en Zaragoza?, una recopilación de documentos y material gráfico que, tras dos años de trabajo, señalaba a las personas, con nombres y apellidos, y a gobiernos que precedieron a ZeC como protagonistas de círculos de poder capaces de perpetuarse en el tiempo, generar corrientes de opinión a favor de sus objetivos o impulsar proyectos que solo atendían a sus propios intereses.

Lo denunciable en este caso, según el PP, es que ZeC haya tratado de «disfrazar de cultura lo que es política». Que lo hiciera con una subvención en el apartado de artes plásticas, siendo la que más cuantía percibió en la convocatoria del año pasado y «la única que se concedió en el 100%» de la cuantía solicitada, 14.775 euros. O que de los 3.600 restantes hasta cubrir los 18.468,9 en los que cifraban el coste total del mismo, ZeC donara como partido otros 1.500 euros para su realización. O que el responsable de Cultura del Gobierno, Fernando Rivarés, les eximiera por decreto de la tasa por la ocupación del espacio público por considerar su actividad «de interés público». No era solo que en el origen de este colectivo hubiera estado Giner, así como en el germen de este proyecto, sino que se impulsó siendo ella su presidenta.

Azcón apostilló que esta subvención fue la tercera ayuda más importante de todas las que se otorgaron en el 2016 y que entre los miembros de esta iniciativa figuran «militantes directos de ZeC, Izquierda Unida o de Podemos». «Ya no solo subvencionan a amigos y amiguetes, sino que han dado el salto y ahora subvencionan directamente a los miembros de ZeC», añadió. Al tiempo que lamentó toda la difusión que le dieron en las redes sociales los concejales para su promoción.

«A Zofra es Zaragoza en Común», aseveró Azcón, quien reprochó que el 75 % del dinero de la subvención fue utilizado para nóminas «de gente que no es de Zaragoza». En todo esto justifica la comparecencia pedida del alcalde, Pedro Santisteve, en el próximo pleno.

Aunque para ZeC el trato de favor es otro, el del PP. «A lo mejor lo que está pasando es que tiene problemas con la libertad de expresión y lo que le molesta es que se airearan cosas sobre las grandes familias y sus conexiones con los intereses urbanísticos y especulativos». Así respondió Rivarés, uno de los tres ediles que ayer defendieron la adjudicación otorgada «en base a criterios técnicos y jurídicos, no políticos».

Desde Participación Ciudadana, fuentes oficiales --no Giner-- aseguraron que «no hay ningún tipo de incompatibilidad, más aún cuando la subvención la da otra área» y ella no intervino «en absoluto». «Tampoco sería lógico ni correcto discriminar a una asociación por que haya pertenecido a ella un concejal», añadieron. «Igual que los del PP a cofradías a las que también se ha ayudado», añadió Teresa Artigas.