Dos días después de que el PP rechazara en la comisión de Hacienda de las Cortes las modificaciones de crédito reclamadas por el Ejecutivo autonómico para hacer frente a las nóminas del profesorado de la concertada, este partido tendió la mano al presidente, Javier Lambán, si reconoce «el fracaso» de su modelo de izquierdas. Así lo hizo saber la portavoz del PP en las Cortes, Mar Vaquero, quien se mostró dispuesta a negociar con el PSOE, siempre que haya una voluntad de negociación que, hasta ahora, dijo no haber existido. El argumento del PP para votar en contra de esas modificaciones presupuestarias fue que no es función del PP «ir al auxilio de un Gobierno que se queda solo» tras fracasar «con un modelo de izquierdas cada vez más radicalizado». Según dijo, el PP «no puede ser cómplice».

Vaquero consideró «una astracanada» de Lambán que infradote la educación concertada y solo dos meses después de aprobar el presupuesto autonómico tenga que modificarlo para hacer frente a las nóminas del profesorado. Por eso, indicó que los presupuestos son «malos» y confirman el «fracaso de un modelo pactado con Podemos», una formación que tampoco apoyó estas modificaciones, lo que obliga a los socialistas a buscar alguna fórmula que permita los pagos de las nóminas a partir de septiembre. Vaquero reiteró un argumento ya usado por los populares, que no hay proyecto político en un Gobierno «inestable» porque está basado en un «pacto de sillones y no en el interés general».

Por este motivo, consideró que Lambán «tiene que girar la vista» y buscar apoyo en otras formaciones, como la suya. De este modo, instó a Lambán a llamar al presidente del PP aragonés, y abrir un diálogo al que siempre han estado dispuestos los populares «por el interés general», pero no puede buscarlo «de tapadillo», tratando de «engañar» a la ciudadanía y a sus socios de gobierno.

El PP, dijo la portavoz parlamentaria, es responsable, coherente y capaz de afrontar las decisiones que toma, y en dos años de legislatura ha tendido la mano a Lambán pero el presidente dejó claro que nunca pactaría con el PP y si tenía que hablar con los populares «llegaría incluso a dimitir». Estas argumentaciones fueron tildadas de «sectarias» por la portavoz popular.

«El PP tiene el teléfono abierto», pero con «luz y taquígrafos» porque su grupo, concluyó Vaquero, no va a llevar adelante ningún tipo de acuerdo «por narices, como dijo el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno».

La fijación de la posición política realizada por Vaquero ya había servido como argumento principal en la comisión de Hacienda para tumbar las intenciones del Ejecutivo socialista, quien tampoco encontró el apoyo de Podemos para poder modificar varias partidas que permitan pagar las nóminas de la educación concertada. En el caso de Podemos, criticaron duramente que el PSOE pacte unas cuentas con Podemos y luego quiera cambiarlas para ejecutarlas con el Partido Popular. A juicio de la formación morada, eso supone unaruptura de las reglas del juego y una «falsificación de la democracia».

Probablemente, antes del mes de agosto vuelva a haber una nueva comisión de Hacienda, en la que se podrá despejar alguna incógnita y si el PSOE opta, algo que no ha hecho por el momento, por llegar a algún acuerdo con los populares.