El Partido Popular ha pedido hoy al Gobierno de Aragón que fomente el uso de los drones y convierta al sector en estratégico en la comunidad con medidas que incentiven su desarrollo y nuevos usos.

La diputada popular en las Cortes Dolores Serrat ha presentado en rueda de prensa el contenido de una iniciativa "de futuro" que ha redactado para fomentar el uso de las aeronaves no tripuladas operadas por control remoto, con unos usos que "empiezan a ser ilimitados".

Éstos han pasado de ser casi exclusivamente militares a extenderse para otras finalidades, recreativas o no, como la fotografía, las retransmisiones deportivas, las emergencias, la localización de personas, el control de incendios forestales, la gestión del agua, la meteorología, la topografía, la agricultura o la distribución de suministros.

En este sentido, para Serrat Aragón tiene "muchísimas posibilidades", tanto por su capacidad investigadora e innovadora como por la amplitud de su territorio, idóneo para realizar pruebas.

También ha hecho referencia a la seguridad de unas aeronaves que pueden conllevar riesgos, por lo que es necesario regular el sector.

Ha explicado que a la espera de que se apruebe la directiva europea que lo regule, en España se promulgó en 2014 una ley para su uso, que era temporal y que recibió críticas de los representantes del sector "por su carácter restrictivo".

La diputada ha asegurado que el Ministerio de Fomento tiene voluntad de modificarla, y ha avanzado que posiblemente la modificación se lleve a cabo en las próximas semanas.

En su iniciativa, el PP también pide que en Aragón se ofrezcan facilidades para la obtención del título de piloto.

La competencia depende de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que debe de autorizar a las escuelas que pueden dar el título.

Pero Serrat ha recordado que hay universidades, como la Politécnica de Valencia, que han llegado a acuerdos con esas escuelas para poder impartir el título, y ha dicho que algo así se podría implantar en Aragón.

Según la diputada popular, hay datos que dan idea de la "gran oportunidad" que ofrece el sector, que ha pasado en España de 40 empresas en 2014 a 1.600 en 2016 y que en los próximos veinte años, según la Comisión Europea, podría generar 100.000 empleos.