El informe de la Cámara de Cuentas de Aragón sobre el presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza del 2011, en el que se ratifica el desfase de 344 millones de euros, sigue desatando la tormenta política. Fundamentalmente entre el Gobierno de la ciudad y el PP, que ayer, a través de su portavoz, Eloy Suárez, auguró "responsabilidades contables y penales" en algunas de las "irregularidades" puestas de manifiesto. Pero no irá al juzgado, esperarán, dijo, a que llegue al Tribunal de Cuentas y que este actúe. Y, cuando lo ratifique, ellos actuar "con contundencia".

Sin embargo, el Gobierno socialista se mantiene en que el informe "no tiene más importancia" que la "evidente discrepancia" de criterio. Y, ante la duda, apuestan "por el interventor", subrayó ayer el alcalde, Juan Alberto Belloch, quien remarcó que no es un informe vinculante, que las cuestiones en las que coinciden ya se han corregido y que "no tiene consecuencias". Solo políticas, por la utilización del PP, "que lo tiene jorobado porque el informe sobre la DGA tiene diferencias análogas de crítica". "La diferencia es que yo pido respeto para la Cámara", añadió.

"Se equivocan si se creen que se van a ir de rositas", insistió Suárez, quien puso en duda el criterio del interventor por no poner ningún reparo de legalidad, aunque "es una tónica de esta casa". Para él sí debería haber consecuencias: Gimeno, "si tuviera dignidad política ya se habría ido". "Pasará a la historia por ser el peor edil económico de este ayuntamiento", añadió.

Para Belloch, él y los técnicos pueden estar tranquilos porque "lo han hecho estupendamente", mientras el teniente de alcalde de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón remarcó, sobre Suárez, que le "extraña que alguien que aspira a ser alcalde desconfíe de técnicos que han trabajado durante años en la casa".