La propuesta de limitar la circulación de coches privados por un tramo del paseo Sagasta para construir un carril bici sigue generando crispación en el Ayuntamiento de Zaragoza. Aunque todos los grupos han mostrado sus dudas sobre el proyecto de Zaragoza en Común (ZeC), PP y PSOE han optado por sacar el hacha de guerra y acusar al equipo de Pedro Santisteve de actuar con «mala fe» y «alevosía» en un distrito de la ciudad en el que la corriente política dista mucho de la de la plataforma ciudadana. Alegan que este hecho es el principal motivo para no iniciar un proceso de participación con el que sean los vecinos los que decidan qué propuesta les convence más y si están conformes con prohibir el paso de los coches entre la calle Lagasca y la avenida Goya, en dirección a Torrero para construir la red ciclable en la calzada. El carril bici dicurriría por ambos sentidos haciendo un traza en ‘S’.

El debate sobre la futura red ciclable se produjo durante la comisión de Participación Ciudadana, con la vicealcaldesa, Luisa Broto, al frente -sustituye a Elena Giner, de baja maternal- y minutos después de que asegurara que el proceso de presupuestos participativos había sido un «hito» y un «logro». Un paradoja, se dijo ayer en el salón de plenos que, tras más de una hora hablando de la participación impulsada por ZeC ahora no quieran hacerlo con «un tema de ciudad».

AISLAMIENTO

Desde el PSOE, Roberto Fernández aseguró que este proyecto «se ha hecho con mala fe para perjudicar a la gente que no les vota en varios distritos». Según el socialista, lo que va a conseguir el área de Movilidad, presidida por Teresa Artigas, es crear «la república incomunicada de Torrero», en relación a la creación de la «repúpliba independiente de Torrero». «Al final los vecinos tendrán que acceder a su barrio por Cuarte de Huerva», ironizó. Según el concejal, en un asunto de esta «envergadura» se tiene que preguntar a los vecinos si están conformes.

Desde la bancada popular, Patricia Cavero -también presidenta de la junta de distrito Centro- aseguró que existe un informe que concluye que las obras se prolongarían durante 18 meses. La conservadora acusó a Broto de consultar únicamente «a los suyos» y de actuar con «premeditación y alevosía» a sabiendas de los problemas de tráfico que se originarán en el entorno de Sagasta, explicó.

Por su parte, Broto recordó que que un auto del Tribunal Superior de Justicia «no valora como zona verde los bulevares», el carril bici tiene que construirse por la calzada, sí o sí. La concejala no quiso acotar el concepto de movilidad a las bicicletas, principales beneficiadas de este proceso.

Negó que no se vaya a consultar a los vecinos sobre el proyecto. «Se ha convocado una reunión con las entidades donde podrán dar su opinión y realizar sugerencias y quejas», explicó. Sin embargo, este encuentro parece que no es suficiente para PP y PSOE que reclaman un proceso de participación como el que se realizó, por ejemplo, en Parque Venecia.

Mañana volverá a debatirse sobre este proyecto en la comisión de Movilidad, con Teresa Artigas al frente, que defenderá esta propuesta que forma parte de su plan de movilidad sostenible.