El incremento del precio del tabaco, sobre todo del de liar, se ha convertido en el nuevo caballo de batalla de los antitabaco. El objetivo es evitar que haya consumidores que opten, como consecuencia de la crisis y de los elevados precios de las cajetillas, por la picadura, más económica, antes que plantearse dejar el hábito. Los datos avalan este cambio en los hábitos de consumo. En el último año en Aragón la venta de tabaco de liar se ha incrementado en un 13%, frente al descenso del 16% de la venta de cajetillas de cigarrillos.

La picadura es más barata porque está sujeta a menos impuestos que las cajetillas de cigarrillos. Por eso, aumentar la carga impositiva de este producto es ahora una prioridad para el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo. Este colectivo ha elaborado un informe en el que se apuesta también por un incremento generalizado de los impuestos del tabaco y que ha sido elaborado por varios expertos aragoneses, entre ellos la economista y profesora de la Universidad de Zaragoza, Ana Gil, y el médico y también profesor en esta institución docente, Rodrigo Córdoba.

"Proponemos un incremento de la fiscalización en el tabaco de liar, que tiene una carga impositiva mucho más baja. Su bajo precio hace que mucha gente se pase a la picadura", indica Córdoba. De este modo, el impuesto mínimo aplicado a la picadura de liar es de 75 euros por kilo, lo que supone "un marcado desequilibrio impositivo" entre las distintas modalidades de tabaco, ya que un tratamiento fiscal equivalente entre cigarrillos y picadura tendría como resultado que a cada kilo se aplicase una carga impositiva de 156 euros.

AUMENTO PROGRESIVO Por este motivo, el CNPT apuesta por continuar con las subidas del impuesto específico y del impuesto especial mínimo aplicables a los cigarrillos, ajustándolos para que "al menos" el precio final aumente al nivel de la inflación anual prevista. También propone aumentar durante el próximo año el impuesto mínimo para el tabaco de liar desde 75 a 93 euros por kilo, para incrementarlo progresivamente hasta 165 euros por kilo en 2017.

Este grupo de presión propone también dejar mayor libertad al Ministerio de Economía y Hacienda para actualizar la fiscalidad del tabaco. De este modo, apuesta por desagregar el precio del tabaco para el cálculo del IPC oficial que se viene aplicando a salarios y pensiones y analizar si los impuestos tienen influencia en el comercio ilícito. Para ello, el CNPT pide que se informe anualmente en la página web del Ministerio de Hacienda sobre los datos oficiales de comercio ilícito y contrabando.