El abogado ecuatoriano Pablo Fajardo, premio Goldman 2008 por la defensa del medio ambiente, recaba apoyos en España para crear una red internacional y solidaria que denuncie el daño ambiental producido en la amazonía de su país por multinacionales petroleras como Chevron-Texaco.

Después de visitar Francia, Alemania y Bélgica, donde se ha reunido con líderes políticos y distintas organizaciones, Fajardo ha iniciado una gira por España acompañado de uno de los afectados, Donald Moncayo, habitante del campo Lago Agrio, situado a escasos metros del primer pozo explotado por Texaco en Ecuador.

El objetivo de esta campaña, según ha explicado hoy Fajardo en una rueda de prensa en Zaragoza, es informar del proceso judicial abierto contra esta empresa por los daños ambientales ocasionados en la región de Sucumbíos, al noreste de Ecuador.

El pasado 12 de noviembre de 2013, la Corte Nacional de Ecuador ratificó la sentencia que condenó a la multinacional, que operó en Ecuador desde 1960 a 1994, a pagar 9.500 millones de dólares para reparar parte de los daños provocados en la amazonía.

Sin embargo, según ha explicado el abogado, la empresa se ha negado, por ahora, a desembolsar esta multa al alegar que no tiene activos en Ecuador, lo que ha obligado a Fajardo a iniciar acciones judiciales en países donde sí está presente, como Brasil, Canadá y Argentina.

Durante 34 años, ha informado, esta empresa -ahora Chevron Corporation- construyó cerca de mil lagos artificiales donde arrojaban vertidos tóxicos sin que posteriormente fueran cubiertos y también derramaban barriles de petróleo crudo en las carreteras, contaminando el suelo y el agua de los ríos.

Esta contaminación acabó provocando graves problemas de salud a la población del entorno, como un elevado índice de casos de cáncer, leucemia y abortos espontáneos, según un estudio de Medicus Mundi, ha recordado.

Durante el juicio contra la multinacional en Ecuador, se probó, según ha resaltado, la existencia de productos tóxicos, como el benzeno, en los ríos de la zona, catalogados como cancerígenos por distintos organismos internacionales.

Donald Moncayo ha vivido desde su infancia el deterioro de la salud de muchos amigos y familiares, con la angustia de no saber si la enfermedad le afectará a él también en un futuro.

"A mí me enseñaron a nadar en el agua que Texaco ensuciaba", ha comentado Moncayo, quien ha calificado de "lamentable" que muchas personas de la zona sigan muriendo por ello.

En total, son 30.000 personas las que viven en la provincia de Sucumbíos y las que se han visto afectadas de forma directa, pero el daño ambiental y sanitario ha alcanzado con "toda seguridad" al menos a 150.000 personas, ha indicado.

De hecho, muchos de los desechos de la empresa se depositaron en el río Napo, que cruza Ecuador y Brasil, desembocando al océano Atlántico.

Después de visitar Zaragoza, donde se reunirán con la organización Ecología y Desarrollo y con el Seminario de Investigación para la Paz, ambos viajarán a Pamplona, Bilbao, Sevilla, Barcelona y Madrid.

El 13 de febrero mantendrán un encuentro con alumnos en la Universidad San Jorge y, a las 19.00 horas, Fajardo impartirá una charla junto a Pedro Arrojo, también premio Goldman, en el centro Pignatelli de Zaragoza.