Toda una vida dedicada al estudio de energías alternativas y nuclear ha hecho que la zaragozana Susana Gota López haya sido condecorada con la más alta distinción en Francia, la Legión de Honor.

Tras 30 años residiendo en París y 23 de ellos como especializada en el estudio de energía nuclear, actualmente Gota compagina la dirección general del análisis stratégico de Evaluación Científica en el Comisariado de Energía Atómica (CEA) con la colaboración en el Alto Consejo de Evaluación Científica (HCERES), desde donde enviaron su candidatura para este galardón.

De su trayectoria, destacó su puesto en la Dirección General de Investigación e Innovación, en el Ministerio de Educación francés durante tres años, mientras que cinco permaneció en el puesto de directora adjunta en el Laboratorio Léon Brillouin (LLB), el reactor de neutrones nacional.

Según Gota, «el futuro está en hacer un mix energético donde se combinen tanto energías renovables como la nuclear», ya que de esta última proviene «el 73% de la electricidad en Francia», explica. Además, la aragonesa aseguró que la energía nuclear es «bastante limpia, porque no desprende gases de efecto invernadero y bastante barata».

No obstante, la experta también destacó que «hay que tener sumo cuidado con los desechos, porque puede llevarnos a situaciones como la de Chernobil o Fukushima». La científica, que todavía se encuentra «en shock» por la noticia de su reconocimiento, afirmó que se enteró del premio al llegar a su puesto de trabajo. «Todos mis compañeros empezaron a felicitarme. Fue muy emotivo», recuerda.

La República Francesa otorga esta condecoración tres veces al año por méritos de investigación o civiles, independientemente de la procedencia y popularidad de la persona en el país. La tendencia en los últimos años ha cambiado, ya que, tal y como destacó Gota, «ahora las mujeres estamos en igualdad de condiciones a la hora de ganar un premio como este y no escomo antes, cuando solo se reconocía la labor de los hombres», explica.

Del barrio de Jesús

Por el momento, no ha recibido el premio físico como tal. «Seguramente, hasta septiembre no se celebrará la ceremonia», cuenta. «Si no te han puesto la medalla en un acto público no te consideran un caballero de la Legión», explica. En este caso, el acto será organizado por CEA y HCERES. «La persona que me la entregue debe tener un cargo mayor que el mío», añade.

Muy ligada a su tierra, esta zaragozana se crió en el barrio de Jesús, estudió en el colegio de Santa Ana, empezó la universidad en Zaragoza y logró matricularse en Física por el campus público.

Durante los dos últimos veranos antes de terminar la carrera se trasladó a la ciudad francesa de Grenoble, para realizar prácticas en un centro de investigación científica. Allí se marchó gracias a una beca que le sirvió también a nivel personal, ya que conoció a la pareja con la que actualmente. Eso le llevó a que, una vez licenciada, emigrara a París para realizar su tesis doctoral y esta se convirtiera en la ciudad donde pasa su vida.