Las vocalías de empleo precario de los colegios de médicos de Huesca, Zaragoza y Teruel ven con preocupación el descenso de plazas de médicos de urgencias de Atención Primaria en Aragón.

Y es que, según han informado en un comunicado conjunto, el Boletín Oficial de Aragón ha publicado que, a partir del 1 de julio, habrá 73 médicos menos en las urgencias de Atención Primaria en la comunidad aragonesa.

Una situación que, han agregado, se une a los contratos "en peores condiciones" que se están realizando a los especialistas en los hospitales.

Por ello, desde las vocalías de empleo precario de los Colegios de Médicos de Huesca, Zaragoza y Teruel han subrayado que constatan "cómo se va retrocediendo a épocas pasadas".

Épocas en las que al médico con empleo precario se le hacía trabajar en unas "condiciones que atentaban a la dignidad de la profesión, al límite de lo legal, con jornadas en ocasiones inhumanas", han dicho.

Y en su "compromiso" con la defensa de la profesión han manifestado a la opinión pública la realidad de lo que está aconteciendo, aunque de "forma inadvertida", con el cierre de centros de salud por la tarde, amortización de plazas tras las jubilaciones o no cubrirlas, además de no crear plazas nuevas y, ahora, despedir a 73 profesionales médicos.

Además, han informado de que estas plazas que desaparecen están ocupadas, algunas de ellas, por profesionales que llevan más de 20 años de ejercicio profesional en las mismas, y han considerado que la experiencia, los conocimientos y aptitudes para ese puesto son algo a tener en cuenta.

Por ello se han preguntado que si no estaban preparados para trabajar en ellas ¿por qué los han estado utilizando tantos años?.

Las vocalías de empleo precario de los colegios de médicos de Huesca, Zaragoza y Teruel han recordado a los gestores que "deberían saber que su misión última consiste en mantener la salud de la población, con unos estándares de calidad, y con una distribución adecuada los recursos humanos".

Finalmente, han considerado una "equivocación" tanto disminuir la inversión en el primer nivel asistencial, como las jubilaciones sin recambio en hospitales, dos factores que van a suponer una "merma de la calidad asistencial y un aumento desmesurado de las listas de espera".