Las noticias sobre el conflicto con los usos de ocio, de restauración y deportivos del edificio Aura, en Zaragoza, han provocado inquietud entre los casi 200 deportistas que se preparan para competir en disciplinas como el remo o el piragüismo. Los responsables del club deportivo Helios organizaron ayer una jornada de puertas abiertas para mostrar las actividades que realizan «regularmente» desde la apertura del centro.

Uno de los entrenadores del club, Alfonso Muniesa, destacó que desde la puesta en marcha del recinto se ha intentado sacar «todo el rendimiento posible» a las instalaciones. Su equipamiento estrella es un foso de remo único en Aragón. «Permite el entrenamiento en horas poco corrientes y cuando el Ebro está en mal estado para poder salir al exterior», confirma.

Helios destaca que algunos de sus socios han logrado medallas en competiciones estatales y que también compiten en las selecciones estatales de sus modalidades. Aunque desde el Ayuntamiento de Zaragoza ya se ha manifestado que el conflicto abierto en la gerencia de Urbanismo únicamente tiene que ver con la explotación del edificio para usos hosteleros y que la parte deportiva no se ha puesto en duda, entre los usuarios no las tienen todas consigo. «Sería imposible desarrollar todas estas actividades en otro lugar», lamentan.

Familiares y amigos

En la jornada de ayer, a la que estaban invitados los representantes políticos de la ciudad, acudieron fundamentalmente familiares de los deportistas y algunos pocos vecinos. A pesar del llamamiento, el acceso por la parte posterior no hace especialmente visible la actividad frente a las enormes puertas de la discoteca Supernova o las muy arregladas familias que acudían a celebrar banquetes al restaurante Aura.

El presidente del club deportivo, Javier Arjol, reconoció que muchos vecinos de Zaragoza no conocen el fomento del remo que se realiza en los sótanos del complejo, por lo que se mostró satisfecho por el resultado de la jornada. Además, señaló que existe voluntad por todas las partes implicadas en buscar «las soluciones necesarias».

El gerente de Aura, Iván Acedo, confirmó este extremo. La cita pública permitió un largo encuentro con «tono de cordialidad» con un representante de Zaragoza en Común (ZeC) que acudió a la cita en lugar del teniente de alcalde de Urbanismo, Pablo Muñoz. Pese a todo, el plazo para definir el futuro de los usos recreativos del complejo es ajustado ya que en quince días se tienen que producir cambios para evitar la clausura.

Mientras tanto, los deportistas que también usan el edificio siguen con plena actividad. Ejercitan en las salas de pesas, en las bicicletas estáticas que simulan los movimientos sobre las embarcaciones y en el propio foso de remo. «Esperemos que esto también sirva para que la gente se anime y aumente el número de licencias actuales», resume Muniesa.