La edad, más que los hábitos de vida, es el aspecto más relacionado con diversas patologías del ojo, como la presbicia, las cataratas o el glaucoma, y son las mujeres las que sufren algunas de ellas con mayor incidencia, por ejemplo el ojo seco.

Son cuestiones que han puesto de manifiesto algunos de los principales expertos en esta materia en la presentación del 93 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología que se celebra desde hoy en el Auditorio de Zaragoza con la asistencia de más de 2.200 oftalmólogos de distintas especialidades.

Estas enfermedades del ojo pueden llegar a condicionar la calidad de vida de los pacientes y ser "tan mala" como la de quien ha sufrido una angina de pecho, según ha reconocido José Manuel Benítez del Castillo, catedrático de Oftalmología en la Universidad Complutense de Madrid.

Así ha descrito Benítez la situación de quienes sufren ojo seco, una patología que se "multiplica por cinco" en el caso de las mujeres frente a los hombres y que aumenta con la edad, fundamentalmente por la pérdida de hormonas masculinas, los tratamientos con terapias hormonales o para la depresión, lo que supone que la padezcan el 15 % de las mayores de 65 años.

Son datos que no mejoran en otros casos como la presbicia, un defecto visual que, según el presidente del Comité Organizador del Congreso, José Antonio Cristóbal, se empieza a sufrir a partir de los 45 años.

Por su parte, Luis Pablo Júlvez, jefe del servicio de Oftalmología en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, ha informado de que a esa edad es también "frecuente" comenzar a detectar casos de glaucoma, una neuropatía del nervio óptico que, en la mayoría de los casos, se produce por presión intraocular y que se traduce en una pérdida progresiva de la agudeza visual y puede provocar la pérdida total de visión.

En esta enfermedad sí es importante un diagnóstico temprano, por eso en el Miguel Servet ya se está introduciendo el tratamiento de forma rutinaria, ha informado Júlvez, quien también ha incidido en la "revolución" de los tratamientos médicos y quirúrgicos como la cirugía "microinvasiva", ya que requiere de una recuperación más corta, pero sin descartar la invasiva, en función del grado de la afectación.

José Antonio Cristóbal ha explicado que mediante la cirugía tiene también tratamiento la presbicia, gracias a los avances quirúrgicos con la aparición de lentes bifocales o las trifocales, que corrigen los problemas de visión de lejos y de cerca y, a la vez, el astigmatismo previo, si bien ha admitido que son "más caras" que las que se usan en la cirugía de cataratas.

Es en este último campo, ha asegurado el presidente del Comité Organizador, donde España es "uno de los países más avanzados" tanto en lo referente a los sistemas de diagnóstico, como en el tratamiento con láseres y en la potencia de la lente.

Preguntados por la posibilidad de prevenir estas enfermedades o la incidencia que tienen hábitos de la sociedad en las mismas, estos expertos han incidido en que la mayoría son consecuencia de la edad, si bien Benítez del Castillo ha apuntado que los casos de ojo seco están más relacionados con el uso de pantallas, aire acondicionado y el incremento del consumo de carne frente al del pescado rico en omega3.

No obstante, el catedrático de la Complutense ha insistido en que son cuestiones "multifactoriales" porque también se vive más, y ha advertido también de que éstos son pacientes "poco comprendidos por la sociedad".

Como aspectos positivos, ha destacado la aparición de antiinflamatorios o la aplicación de luz pulsada o de calor para aumentar la secreción de lágrimas de forma natural.

Son cuestiones todas estas que se van a analizar hasta el próximo sábado en el congreso por medio de ponencias y mesas redondas en las que se expondrán los últimos avances en cirugía o las controversias en torno a las lentes multifocales, así como los tratamientos diagnósticos o farmacológicos.

El director médico del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla, Francisco Gómez-Ulla, impartirá la conferencia oficial del Congreso, titulada 'Antiangiogénicos en retina: recuerdo del pasado y regreso al futuro', en la que abordará la aparición de la terapia intravítrea para tratar enfermedades hasta la fecha intratables o incurables o el uso de los fármacos antiangiogénicos de nueva generación para, por ejemplo, la degeneración macular (DMAE).