El consejo editorial de EL PERIÓDICO ha acordado nombrar Aragonés de Honor a Juan Antonio Bolea, primer presidente del Aragón preautonómico y una figura clave de la política y el aragonesismo de la transición democrática. Con este premio, el único que no es elegido por los lectores del diario, EL PERIÓDICO quiere reconocer la trayectoria íntegra de uno de los políticos que iniciarion los cimientos de la personalidad política que hoy en día tiene Aragón, en el momento en el que se cumplen 40 años de su designación, por la Asamblea de Parlamentarios Aragoneses, como presidente de la comunidad autónoma.

Magistrado de profesión, Juan Antonio Bolea siempre tuvo una especial inquietud por la defensa de los intereses de un Aragón que, a su juicio, debía tener un autogobierno similar al de Cataluña y País Vasco, en virtud de sus derechos históricos y su personalidad política milenaria.

Fue uno de los políticos destacados de UCD hasta que en 1982 abandonó este partido para recalar en el PAR, por su amistad con Hipólito Gómez de las Roces y por su sentir aragonesista. Ha sido, y es, una figura histórica de este partido, y un referente de uno de los dos conceptos de aragonesismo político que hoy en día comparten espacio parlamentario.

Virtud suya fue construir un Aragón institucional que no existía y sentar las bases democráticas de la comunidad autónoma. Preparar el primer Estatuto y, sobre todo, ser el autor intelectual de la histórica manifestación de 1978 que abarrotó las calles de Zaragoza y en las que Aragón entero reclamó autonomía plena. Fue el 23 de abril de hace 40 años.

Asimismo, estrechó lazos con Cataluña, fruto de su amistad y su sintonía con el presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, y fue un firme opositor al trasvase del Ebro.

Precisamente, además de su carrera política, Bolea destaca por su preocupación por los temas hidráulicos, que han sido una constante en su trayectoria política y profesional; así, su tesis doctoral versó sobre el Régimen Jurídico de las Comunidades de Regantes, asunto del que vuelve a ocuparse más tarde en Los riegos de Aragón (1986) y Las Comunidades de Regantes (1998). Estas obras, a las que hay que sumar sus Comentarios a la Ley de lo Contencioso-Administrativo han obtenido los máximos reconocimientos. Premio Nacional de Comunidades de Regantes de Sevilla y ponente en los Congresos Nacionales de Sevilla, Murcia, León y Zaragoza, sus aportaciones doctrinales fueron recogidas en la vigente ley de Aguas.

En el 2016 publicó Las comunidades de regantes, manual de cabecera de todos los miembros del sector y que es un compendio exhaustivo y comentado del régimen jurídico y normativo sobre aguas de España, con todas sus modificaciones legislativas.