Al joven R. R. C., de 29 años, le ha salido cara la cerveza que no pagó en el bar Tarantino de la avenida Madrid de Zaragoza hace un mes. El altercado posterior al simpa (como se conoce el irse sin pagar la cuenta), de apenas 1,50 euros, le ha conllevado una detención por cargos de lesiones graves, al dueño del local, y por intento de homicidio al atropellar a un vecino que quiso mediar en la agresión, cargos por los que ya ha ingresado en prisión provisional. Tampoco le ayudó haber guardado durante un mes en el maletero del coche una zapatilla que le incriminaba, y por la que la Unidad Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía ha bautizado la investigación como operación Cenicienta.

Los hechos tuvieron lugar en el citado bar, de madrugada. El joven pretendió irse sin pagar una cerveza, y comenzó una discusión con el camarero, de nacionalidad china, que le persiguió hasta fuera del local. Intervino entonces un vecino que esperaba en una parada de bus cercana, y al que el joven dio un puñetazo que le saltó dos dientes.

Prosiguió su huida, con el hostelero agarrándole, y le llegó a arrancar el llavero del coche (que no las llaves), pero se lo quitó de encima también a puñetazos, rompiéndole la nariz. Luego subió al coche y atropelló al otro vecino al huir, no sin antes haber perdido una zapatilla en el altercado.

La Policía investigó los hechos y terminó por identificar al autor. Al detenerle, hace unos días, aún llevaba en el maletero la pareja de la zapatilla que había perdido, así como una chaqueta con manchas de sangre que, a falta de los pertinentes análisis, podría corresponder a uno de los dos agredidos. El hostelero se mostró ayer «muy contento» por el arresto y el trabajo de la Policía Nacional.

Además, fruto de la investigación policial también se vincula al detenido con el robo de un piso cometido en Sevilla en el año 2014, por lo que a los cargos de lesiones y homicidio se suma el de robo con fuerza.