El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) por fin da los primeros pasos para acabar con las limitaciones de velocidad que, por seguridad, afectan al tren que une Zaragoza con Teruel y Valencia. Ha sacado a licitación los estudios técnicos necesarios, mediciones y elaboración de proyectos y valoración de costes de lo que sería necesario invertir para que este circulara a la velocidad normal, que es muy variable en función del punto del recorrido pero que llegaría a los 160 kilómetros por hora si no fuera porque, por esos mismo problemas en terraplenes contiguos a la vía, que les obligan a ir a 20 o 30 kilómetros por hora como máximo.

Las empresas tendrán hasta el próximo 3 de octubre para pujar por un contrato valorado en 644.205,78 euros y ejecutar en un plazo de cuatro meses todos los estudios necesarios para proyectar su reparación. Acumula años de espera --también los aragoneses aguardando que el tren circule a una velocidad competitiva-- y falta saber cuánto costaría dejar en condiciones hasta una decena de puntos problemáticos solo en el trayecto entre la bifurcación de Teruel, en Zaragoza, y Barracas, ya en la provincia de Castellón.

Estos se localizan en esa bifurcación, en Cuencabuena, a la altura de Monreal y Villafranca, entre Sarrión y Mora de Rubielos, y desde Rubielos de Mora hasta el municipio castellonense. Según explicaron fuentes oficiales de Adif, los trabajos se centran en tramos que tienen entre 100 y 300 metros, salvo en uno de ellos, que cuenta con 1,4 kilómetros, en Cuencabuena.

CAMINREAL

En todas ellas, el tren ahora debe pasar, como máximo a 20 o 30 km/h, pero entre la obligación de decelerar para no rebasar ese límite y lo que tarda en acelerar para circular a velocidad normal, se pierde mucho tiempo. El usuario lo pierde.

Ahora se intenta que tenga solución y hacerlo coincidir con los trabajos que ya se están ejecutando del ansiado tren tierra desde Caminreal. De hecho, el concurso se divide en dos lotes: Zaragoza-Caminreal y Caminreal-Sagunto. Cuando estos trabajos, valorados en 4,44 millones de euros, que ya comenzaron en marzo de este año y que, tras 18 meses de trabajo, deberían culminarse en noviembre del 2017, la línea deberán notar ya una importante mejoría.

No obstante, para acabar con estas limitaciones de velocidad, no hará falta solo estudiarlas. También que el Ministerio de Fomento, a través de Adif, se decida a costear lo que estos proyectos digan en marzo del 2017.