El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) anunció ayer junto a CHA la puesta en marcha de uno de los proyectos estrella de los nacionalistas en esta legislatura: las supermanzanas, una iniciativa que consistirá en crear «islas peatonales» en el interior de los barrios para excluir el tráfico rodado del interior de las calles pequeñas y derivarlo hacia las arterias principales y de más capacidad. O, como lo definió la concejala nacionalista Leticia Crespo, «recuperar el espacio público para el peatón». El concepto se conoce desde el 2014, ayer se dio a conocer dónde se ha pensado estrenar las primeras experiencias, en Torrero, Las Fuentes y San José, y cuando, el año que viene.

Así lo aseguraron tanto la edila de CHA como, sobre todo, la responsable de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, en una presentación conjunta, en la que explicaron que se trabajará en implantar la primera supermanzana cuando finalice la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) «durante el primer cuatrimestre del 2018», para que sea efectivo en uno de estos distritos antes de finalizar el año.

A estas tres alternativas se suma una cuarta, dijeron, el Casco Histórico, que «ya lo es de facto» y que ahora se van a evaluar los resultados que han dado las zonas peatonales, las restricciones al tráfico privado o la reordenación de espacios para la carga y descarga. «Nos va a servir para aprender», dijo Artigas.

MOMENTO ADECUADO

Este análisis será clave para llevarlo a los distritos que se han planteado y en ubicaciones muy concretas. En Torrero, en el entorno del antiguo colegio Lestonnac que será, en el futuro, un supermercado, la zona de Pinares de Venecia entre Fray Julián Garcés, Ronda Hispanidad, camino de Cuarte, calle África y Vía Pignatelli; en Las Fuentes, el enclave escogido es el de las llamadas viviendas sindicales, entre Fray Luis Urbano, Salvador Minguijón, paseo Echegaray y Pedro Cubero; y en San José, en lo que el plan de barrio, recientemente presentado, define como la Isla de San José, entre Cesáreo Alierta, Monasterio de Samos y todo el entorno.

Artigas explicó que es el momento idóneo de impulsar este proyecto, que los nacionalistas llevan pidiendo desde el debate del estado de la ciudad del 2014, porque, dijo, están en marcha la revisión del PMUS, que ya lo recoge; se están llevando a cabo los denominados planes de barrios que incluyen actuaciones integrales, y «estamos en pleno debate presupuestario». Y es que ya van unas cuantas promesas con CHA cumplidas las que se presentan en los últimos días, sobre todo la rehabilitación de la Imprenta Blasco, la semana pasada.

Lo que no aclaró la responsable de Movilidad es el coste estimado de este tipo de intervenciones, ya que son muchos los elementos que quedan por estudiar. Ciudades como Vitoria o Barcelona ya los han puesto en marcha con resultado desigual, y las variables a tener en cuenta -y las áreas que entran a analizarlo, como Urbanismo y Movilidad- son múltiples.

Lo que sí garantizaron, curiosamente lo hizo la concejala nacionalista, es que uno de los problemas más frecuentes, la reducción de aparcamientos en la vía pública, aquí no será un problema. «No se va a suprimir ningún aparcamiento sin ofrecer una alternativa», aseveró Leticia Crespo.

Pero hay más aspectos a valorar, como la reordenación de las zonas de carga y descarga, las posibles modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y, sobre todo, «consensuar con los vecinos» la mejor opción y ubicación para sus necesidades de desplazamiento. Será entonces, cuando se definan los entornos concretos, el momento de evaluar costes y plantearse varias intervenciones en distritos diferentes.