Las primeras pruebas a las mujeres aragonesas en tratamiento con un fármaco -Esmya- que podría provocar daños hepáticos han descartado problemas. No solo no se han detectado afecciones sino que, por ahora, los análisis han descartado cualquier efecto secundario. «Ya se están realizando las analíticas y, por ahora, todo transcurre con normalidad. No se ha detectado un solo caso de daños hepáticos y no hay signos de alarma o indicios de posibles problemas», indicó a este diario Sira Repollés, ginecóloga del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.

De hecho, la profesional afirma que las mujeres están «muy contentas» con el tratamiento, utilizado para miomas uterinos. «Todas las pacientes están ya localizadas y sus médicos de familia disponen del listado completo facilitado por la DGA. Son ellos mismos los que contactan con ellas para trasladarles la necesidad de, por el momento, no iniciar nuevos tratamientos -se administra cada tres meses- y aplicar el protocolo establecido, consistente en una analítica que incluya pruebas hepáticas», expuso Repollés, que incide en la «absoluta normalidad» con la que se está desarrollando el proceso en la comunidad.

AFECTADAS

Según indicaron desde el Departamento de Sanidad, 422 aragonesas están sometidos a vigilancia para controlar los posibles daños del Esmya, de la farmacéutica Gedeon Richter. Sin embargo, esta cifra podría corresponder a mujeres que han tomado este medicamento en los útimos meses. Las que lo estarían haciendo en la actualidad podrían ser alrededor de 150, según indican los profesionales.

El protocolo, además, recomienda monitorizar la función hepática al menos mensualmente durante el tratamiento y entre 2 a 4 semanas después de finalizarlo, así como en el caso de aparición de signos o síntomas compatibles con daño hepático.

En el caso de que los valores de transaminasas superen dos veces el valor superior normal, se recomienda suspender el tratamiento. Sanidad insta además a los médicos a informar a las pacientes sobre los posibles síntomas de daño hepático.

El fármaco Esmya, cuyo principio activo es acetato de ulipristal, está indicado para el tratamiento preoperatorio de los síntomas moderados y graves de miomas uterinos en mujeres adultas en edad reproductiva. Tras la notificación de estos casos graves de daño hepático -algunos de los cuales condujeron al trasplante hepático en la paciente-, se decidió paralizar su comercialización.