H. O. Y. sabe mucho de álgebra. Tanto como para ser doctor y dar clases en universidades, entre ellas la de Zaragoza. Y también sabe de activismo promarroquí y antisaharaui. Eso le ha costado la denegación de la nacionalidad pese a llevar más de veinte años en España.

La Audiencia Nacional ha avalado la resolución por la que el Ministerio de Justicia rechazó su solicitud de nacionalización por "razones de orden público e interés nacional": un informe del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) indicaba que "colabora desde el 2004 con el Servicio de Inteligencia Exterior marroquí".

El CNI lo señala como "un activo promotor de la campaña de manifestaciones (...) para desprestigiar la imagen de Argelia y del Frente Polisario en nuestro país", para lo que "se ha servido en numerosas ocasiones" de la Asociación de Cooperación Solidaridad Averroes".

El documento anota que las protestas "en favor de la marroquinidad del Sáhara" eran "planificadas por la inteligencia marroquí" y que el profesor usó para organizarlas "fondos de la asociación, procedentes de subvenciones" españolas. Eso muestra, añade, "su poca voluntad a renunciar a su nacionalidad de origen", obligatorio para adquirir la española".

El tribunal ve en su conducta "un ejemplo paradigmático de lo que puede ser considerado contrario al interés nacional del país de acogida y claramente contrario a los intereses subjetivos de integración que han de concurrir en todo solicitante".