El servicio de Pediatría del hospital Miguel Servet de Zaragoza es pionero en poner en marcha un programa de terapia con bomba de insulina que permitirá que todos los niños de la comundad puedan beneficiarse de ella y que, entre otras cosas, reducirá la dosis diaria de inyecciones necesaria para los diabéticos.

Aragón se encuentra a la cola de la clasificación de las comunidades españolas en lo que respecta al uso de las bombas de insulina como tratamiento para las personas con diabetes, según refleja el estudio FENIN 2012, que pone de relieve las diferencias existentes entre las distintas regiones del país. Aragón no supera el 2% de uso para este tipo de tratamiento, cifra que pone de manifiesto el intenso trabajo que todavía queda por realizar en esta región. De hecho, en toda la comunidad se han implantado apenas 130 bombas de insulina, siendo esta cifra insuficiente en pediatría con un total de 20 bombas.

En el ámbito pediátrico los datos son alarmantes, ya que frente a la recomendación de la Agencia de Evaluación de Tecnología Médica británica NICE de que un 50% de los niños menores de 12 años con diabetes tipo 1 deberían estar con terapia con bomba, en España se estima el porcentaje en un 3%, que contrasta desfavorablemente con países como Noruega (59%), Eslovenia (75%) y Alemania (45%).

COMPROMISO

Sin embargo, en Aragón esta tendencia se podría revertir en los próximos meses gracias al compromiso de las autoridades por favorecer un mayor acceso a los diabéticos de la región al tratamiento con bomba de insulina.

Faustino Mellado Casas, presidente de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Aragón (Adearagon), asegura que "aunque cada vez existe un mayor compromiso para el fomento en la utilización de las bombas de insulina como tratamiento para la diabetes, las cifras reflejan que a la región aún le queda un largo camino para alcanzar unos niveles aceptables de penetración de esta terapia". Para ello, Mellado Casas asegura que "es necesaria una mayor implicación tanto de los propios pacientes, que se deben comprometer cada vez más con los tratamientos; como de los profesionales sanitarios, que deben decidir en cada caso concreto por el mejor tratamiento o terapia para los afectados consultando todas las alternativas disponibles y, por último, de la Administración pública". "Todos ellos deben trabajar de forma coordinada para aumentar el grado de implantación de esta terapia que ha demostrado su eficacia en la mejora del control de la glucosa, en la reducción de las hipoglucemias y en el descenso en el número de inyecciones", indicó.

BENEFICIOS

Los beneficios de la terapia con bomba de insulina en pacientes en edad pediátrica son claros: mejora el control de la diabetes tipo 1 y reduce hasta en cuatro veces el riesgo de sufrir hipoglucemias, un problema serio, sobre todo por las noches. Además, el uso de la bomba de insulina consigue reducir los eventos hipoglucémicos hasta un 53% al año en niños con diabetes tipo 1.

La hipoglucemia es bastante frecuente entre las personas con diabetes. Un tercio de los mismos sufren estos capítulos mientras duermen, siendo este uno de los aspectos más temidos a lo largo de su vida, ya que puede causar pérdida de conciencia, convulsiones o coma. El uso de la bomba de insulina en pacientes pediátricos supone una reducción significativa de los pinchazos. Con este tratamiento solo hay que cambiar el equipo de infusión cada dos o tres días, pasando así de una media de 5 inyecciones diarias a una cada tres días. Es decir, se pasa de 150 mensuales a tan solo 10.

Un mejor control posibilita que los niños tengan más autonomía para gestionar su diabetes y realizar actividades cotidianas como comer, dormir o hacer deporte. Y los padres de los niños con diabetes tipo 1 tienen menos miedo a que sus hijos sufran una hipoglucemia por las noches o fuera de casa.