La participación en la mañana de ayer del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza en la procesión del Corpus en la ciudad en representación de todo el consistorio provocó una nueva protesta amparada por la asociación Mhuel en defensa de un Estado laico.

Los siete concejales del partido salieron de la sede del ayuntamiento en la plaza del Pilar portando la banda, la insignia y el estandarte de la ciudad, aunque según destacan desde la agrupación «solo podían representarse a ellos mismos en flagrante impostura constitucional».

El gesto de los populares contrasta con la promesa de Pedro Sánchez como nuevo presidente sin símbolos religiosos.