La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) anunció ayer el inicio del periodo de información pública del proyecto de embalse de Biscarrués, en la provincia de Huesca, una obra de regulación del río Gállego que cuenta con un presupuesto base de licitación de casi 125 millones de euros.

El aviso de información también hace referencia a los bienes afectados por las obras, hechas públicas a través del Boletín Oficial de la Provincia de Huesca, y abre un plazo de treinta días para la presentación de las posibles alegaciones.

El texto publicado señala que el objetivo del proyecto es laminar las avenidas del río Gállego y proporcionar al tiempo caudales al sistema de Riegos del Alto Aragón, cuya infraestructura hidráulica actual es «insuficiente» para atender todas las demandas de la superficie transformada para regadíos.

Las obras proyectadas son la construcción de una presa a unos 800 metros aguas arriba de la población de Biscarrués, con una altura máxima de 41 metros sobre el cauce y con capacidad para contener 35 hectómetros de agua embalsada.

Además, se prevé la puesta en marcha de un edificio de administración de la presa, caminos de acceso, instalaciones eléctricas, una variante para la carretera de acceso a Santa Eulalia de Gállego en el tramo afectado por el embalse, reposiciones, obras de protección de laderas y telecontrol del sistema.

El anuncio informa de la publicación en los ayuntamientos afectados por los futuros trabajos de todos los bienes susceptibles de ser expropiados para el proyecto, que se combina con el embalse de Almudévar, obra adjudicada recientemente por 110 millones.

Los colectivos opositores defienden la puesta en marcha de alternativas como la construcción de balsas laterales o la ampliación del canal de Ardisa, acciones que, a su juicio, podrían dar respuesta a las demandas de los regantes «con mucho menor coste de dinero público, menor coste social y ambiental». La plataforma de afectados por las obras ya anunció la interposición de acciones legales.