Investigadores aragoneses y franceses participan en el Programa Interreg para desarrollar métodos de análisis clínicos no invasivos, basados en la punción en un dedo o en el talón y la deposición de unas gotas de sangre en un papel de filtro clínico. Estos trabajos permitirán avanzar en el control de pacientes con prótesis de cadera o rodilla y en un mejor diagnóstico de la enfermedad rara de Wilson.

Investigadores del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón y del Centro Nacional de Investigación Científica de Pau (Francia) participan en este proyecto europeo en el que también colabora el Centro Universitario de la Defensa en Zaragoza y el centro hospitalario de la ciudad gala de Angers.

El proceso de punción y la deposición de unas gotas de sangre en un papel de filtro, denominado dried blood spots (DBS), tiene ventajas importantes, ya que las muestras una vez secas «son más estables que una muestra convencional de sangre» y se pueden almacenar «fácilmente» incluso a temperatura ambiente. «Esto lo que las hace válidas para los biobancos en los que se almacenan muestras que pueden ser útiles para estudiar o diagnosticar enfermedades a lo largo de la vida del paciente», informaron fuentes de la universidad.

Además, estas muestras son mucho menos invasivas y pueden ser preparadas por los propios pacientes o sus familiares en casa y se pueden enviar por correo. «Esto conlleva una mejora en la calidad de vida de enfermos crónicos o de aquellos con movilidad reducida, que necesitan controles frecuentes y que viven en zonas alejadas de hospitales o laboratorios clínicos», explicó Martín Resano, investigador del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón.