El nudo creado por la aprobación de una nueva plantilla para el 2016 que el concejal de Personal, Alberto Cubero, llevó a comisión el pasado miércoles, se ha deshecho. Las presiones de PSOE y CHA y la del propio alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, obligaron ayer a Cubero a rectificar en su decisión para salvar las cuentas para la capital aragonesa en este ejercicio y no perder lo conseguido en estos arduos días de negociaciones entre partidos.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) presentó ayer una enmienda a su propia propuesta para sacar del orden del día del pleno los puntos que responden a la creación de plazas y a la amortización de puestos de trabajo en la plantilla de personal funcionario, laboral y eventual del consistorio zaragozano. PSOE y CHA, los socios del Ejecutivo municipal para que el presupuesto salga adelante, y con los que ya había llegado a un acuerdo después de salvar el escollo de los convenios en Acción Social, se reunieron ayer con Cubero para solicitar que "se repensase" llevar la modificación de la plantilla al pleno, porque si no se antojaba inviable sacar los presupuestos adelante. Y lo sería por una razón muy sencilla: la votación de esta medida se hace de forma conjunta a la del presupuesto y a los plurianuales. Encajar un dictamen positivo sobre las cuentas y otro negativo sobre la plantilla es completamente imposible. Santisteve le restó importancia a la polémica, interpretando lo sucedido "más en orden de desavenencias personales que en algo que esté en el objeto de la negociación".

COMPROMISO

Tuvo que ser el portavoz del Gobierno, Pablo Muñoz, durante la junta con el resto de representantes de los grupos municipales quien se comprometió ayer con los socialistas y los nacionalistas a que su partido se enmendaría a sí mismo y suprimiría los puntos sobre la creación de plazas. Después de la junta, el responsable de Personal se reunió con los portavoces de PSOE y CHA para aclarar el asunto y conocer por qué se había generado tanto revuelo con la medida. De hecho, minutos antes de reunirse con los sindicatos para constituir la mesa negociadora del pacto-convenio de los trabajadores del consistorio, confesó sentirse "sorprendido" por cómo se había centrado el tema, ya que la modificación "fue negociada con los sindicatos y se convocó la comisión extraordinaria en tiempo y forma". En cambio, desde los grupos criticaron que el informe del interventor enviado por Personal estaba "incompleto" y no se había trasladado la decisión final a los representantes de los trabajadores. Tras reunirse ayer con la concejala socialista Marta Aparicio y el portavoz de CHA, Carmelo Asensio, ZeC presentó la enmienda.

Ambos partidos mostraron su "alegría" por la rectificación. "Era una tontada poner en riesgo el presupuesto por su cabezonería y se lo he dicho", dijo Aparicio. Asensio fue más tajante y aseguró que "Cubero podría haberse ahorrado el triste espectáculo" si hubiera accedido antes a su petición. "Era el único detalle que faltaba, ya no quedan obstáculos para el acuerdo --del presupuesto--", sentenció Asensio. Pese al escollo de Acción Social y este último susto, Zaragoza tendrá cuentas este 2016.