El PSOE pidió ayer la dimisión de la consejera de Educación, Dolores Serrat, a la que acusa de haber declarado "la guerra" a la Universidad de Zaragoza a través de un "maltrato continuado" en sus presupuestos. Así lo expuso ayer la portavoz socialista de Educación, Mayte Pérez, que responsabilizó a la consejera y a la presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, del "acoso y derribo" del Ejecutivo a la institución académica.

"Los presupuestos del 2015 son el exponente claro de su fracaso, por eso hemos pedido su dimisión", argumentó Pérez, que recordó que esta petición de dimisión estaba pendiente hace tiempo, cuando "le concedimos --por petición del PAR-- cuatro meses de margen para que viniera a las Cortes a dar explicaciones sobre las negociaciones en la comisión sobre acuerdo de financiación. No lo hizo y ha burlado la soberanía popular que radica en este parlamento. Lo más honesto sería marcharse y ahora, con más motivo, pedimos su dimisión porque ha fracasado estrepitosamente", aseveró.

UN DRAMA

La portavoz responsabilizó a la política "consciente y consentida" de la consejería del "drama" que asegura estar sufriendo el campus público aragonés, cuyo rector, Manuel López, ha reiterado su temor a un posible cierre de instalaciones por esa falta de presupuesto y los problemas que existen para afrontar los gastos corrientes y pago a proveedores. "Es propio de un país tercermundista y nos preocupa muchísimo", apuntó la socialista.

En este sentido, volvió a señalar a Rudi y Serrat para afirmar que ambas "dañan gravemente los intereses de la sociedad a la que se deben" y advirtió que el Gobierno "no merece el respeto y la lealtad que el conjunto de la sociedad le tiene, y en concreto este Parlamento y la universidad y su equipo rector".

A pesar de solicitar la dimisión de Serrat, Pérez cargó con especial dureza contra Rudi, a la que reprochó que "cuando mira la universidad le devuelve, a modo de espejo, su imagen de su incompetencia, de su soberbia e incapacidad de dar respuesta. En definitiva, se trata de un modelo político fracasado en su conjunto pero que en la gestión de la Universidad es un paradigma en toda regla".

Pérez consideró, asimismo, que a los aragoneses les "sale caro la dirección general de Universidad y su staff en relación con sus resultados", ya que desde el inicio de la legislatura "asistimos a una demolición del sistema universitario aragonés, que estaba basado en la equidad, cohesión social y territorial, así como por la calidad".

La portavoz reiteró el "fracaso" de la política educativa y universitaria de Serrat, cuya dimisión ya pidió cuando incumplió su compromiso de presentar tras el verano un nuevo acuerdo de financiación con el campus.