Los pueblos pirenaicos que, aun no teniendo siquiera depuradora, han sido multado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por no tratar sus aguas residuales han hecho un frente común para tratar de solventar la situación.

El primero en abrir el fuego ha sido Canfranc, que ha presentado una demanda contencioso-administrativa, según adelantó ayer Radio Huesca. Detrás de la iniciativa están los servicios jurídicos de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), que están asesorando a los ayuntamientos.

En el caso de Canfranc, la sanción asciende a más de 3.300 euros, una cantidad que el consistorio no está dispuesta a abonar. Sin embargo, no reina el optimismo entre los afectados, ya que hasta la fecha han sido rechazados todos sus recursos en vía administrativa. Ahora la Justicia deberá zanjar la cuestión.