Puerto Venecia celebraba ayer el corte de cinta oficial que ponía en servicio el nuevo vial de acceso al centro comercial que, sin pasar por la glorieta principal, conectará la entrada desde el cuarto cinturón hacia la zona del parque de medianas empresas, donde se ubican tiendas como Ikea o Leroy Merlin, entre otras. Una nueva carretera que han costeado, íntegramente, los responsables del complejo, más de 1,5 millones de euros y «ni un euro de dinero público», destacó ayer su responsable, Salvador Arenere, para intentar frenar los atascos, tanto en el barrio, Parque Venecia, como en la propia Z-40. Así se ponía en funcionamiento, cortando la cinta y cruzando los dedos para que estos embotellamientos pasen a la historia.

«No solo son los visitantes de Puerto Venecia los que se van a beneficiar, sino también todos los habitantes de la ciudad y aquellos que llegan del entorno de Zaragoza o de provincias limítrofes», destacó Arenere, quien subrayó que el radio de influencia del centro comercial es hoy mayor, a «dos horas de viaje en coche» y eso ha propiciado que se cerrara el 2016 con «19,5 millones de visitantes», de los que, apostilló, «casi 7 vienen de fuera de Zaragoza y Aragón».

LA SALIDA ‘NATURAL’ // Este vial de 1.670 metros de longitud tiene un carril por sentido: uno para llegar a Ikea desde la Z-40 con salida a la altura de La Casa de la Colina, y otro para regresar allí pero incorporándose a la calzada que se encamina, sin pasar por la glorieta, hacia las viviendas de Parque Venecia. Es decir, parece lógico que vaya a prestar mejor servicio para los que entran que para los que tengan que salir.

Pero esto podría tener solución. Al menos si prosperan las negociaciones que, desde el ayuntamiento, informaron que ya se han establecido con el Ministerio de Fomento para que en el 2018 haya una partida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que permita darle salida natural a este nuevo vial hacia la Z-40. Se observa, perfectamente, en el camino de tierra, a la altura de Ikea, en el que desemboca el vial estrenado ayer. Sería una obra que costaría «menos de un millón de euros» y que Zaragoza pide a Fomento que asuma. Por la misma razón que justifica el vial estrenado ayer.

Así que la cinta cortada ayer daba paso a lo único que se podía costear con fondos privados y que todos aguardan, con cierta incertidumbre, a que surta efecto y ataje los atascos. Pese a que Arenere aseguró que «son solo dos o tres días al año», y señaló que el centro comercial ya trabaja en un sistema de pantallas en los que informar a sus clientes del estado del tráfico.