Tal y como entraron salieron. La banda de georgianos que fueron detenidos in fraganti cuando iba a asaltar 15 viviendas de Zaragoza fue puesta ayer en libertad provisional, tras pasar a disposición del juzgado.

Asistidos por el letrado Juan Carlos Pérez Orea, decidieron no declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de la capital aragonesa, Alfonso Tello, que ayer estaba en funciones de guardia. En dicho auto, según pudo saber este diario, imputaba a M. A., I. N., I. T. y G. M., de entre 30 y 61 años, la presunta comisión de 53 robos (47 en Zaragoza y 6 en otras ciudades del norte de España). Asimismo, se ha inhibido a favor del Juzgado de Instrucción número 9, que fue el que estaba de guardia cuando se produjo este golpe policial. Uno de ellos tiene antecedentes por hechos similares.

Según la investigación realizada por el Grupo contra la Delincuencia Organizada y Robos de la Jefatura Superior de Policía en Aragón, señalaban las viviendas con unas piezas de plástico transparente que les permitían saber si había gente en el interior del domicilio. Si seguían colocadas en la hoja de la puerta, era la señal para utilizar ganzúas profesionales, llaves sin codificar o romper los bombines.

En el vehículo que utilizaban se han hallado diversos efectos, entre ellos un ordenador portátil, numerosas herramientas (llaves inglesas y de grifa, destornilladores o linternas, que se están analizando para corroborar si se han utilizado en otros robos) y más de 3.000 euros en efectivo. De las viviendas sustraían fundamentalmente joyas y dinero y para cometer los robos, si bien el oro no ha sido recuperado, puesto que, según la Policía, son reenviados a sus países de origen de forma inmediata.

CONSEJOS

Desde el Cuerpo Nacional de Policía aconsejan a la ciudadanía que tomen medidas de precaución como cerrar ventanas, recoger las cartas del buzón o no hacer público en la redes sociales las vacaciones.

De cara al invierno, piden, especialmente, que que se eche el cerrojo, puesto que los ladrones suelen usar las horas de llevar a los más pequeños al colegio o de hacer la compra para entrar. Son momentos en los que las personas cierran con solo un portazo, por lo que utilizan una radiografía o un plástico para abrir la puerta. El horario que utilizan es de 9.00 a 21.00 horas.