El inicio de las obras de la Escuela de Bellas Artes ha complicado el acceso de los vecinos de Ranillas y Kasan a sus viviendas. El centro de enseñanza se está construyendo en una parcela situada entre las avenida de María Zambrano y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

El problema es que desde hace una semana se han cortado al tráfico las pequeñas calles transversales que comunicaban esas dos grandes avenidas, de manera que se obliga a los residentes en la zona a dar un amplio rodeo para llegar a su casa.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Kasan, Pepe Redondo, ha sido el encargado de formular la denuncia al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. "Estamos encerrados no se puede entrar ni salir sin rodear muchísimo", sostuvo Redondo.

Del mismo modo, los representantes de la urbanización Ranillas, el centro de salud Actur Sur y el colegio público de Cortes Aragón mostraron su malestar por el corte de estos accesos. "En ningún momento se nos notificó que la zona iba a ser vallada y cortada",destacó Redondo.

La respuesta no se ha hecho esperar y la solución para eliminar estas barreras será la de convertir una vía de sentido unidireccional en una de doble dirección por la que puedan cruzar los vehículos desde la calle Gómez de Avellaneda a Zambrano y viceversa.

Los afectados de ambas urbanizaciones junto con el colegio y el centro de salud presentaron hace dos semanas una queja conjunta a la que ha respondido satisfactoriamente la DGA..

Pese al compromiso de modificar los viales, las vallas impiden todavía el paso a los vehículos. De hecho, aquellas personas que quieren acceder a las zonas afectadas y que vienen desde Grancasa y por el puente de La Almozara ahora no pueden entrar ni a Kasan ni a Ranillas sin dar un amplio rodeo por la avenida Valle de Broto y la avenida Pirineos. Esto sucede porque las vías que enlazan Zambrano y Gómez de Avellaneda se encuentran inhabilitadas.