El Gobierno sigue con sus gestos de reparación moral a las víctimas del accidente del Yak-42, en el que fallecieron 62 militares españoles. Pese a que, por la mañana, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, opinó que no consideraba que Mariano Rajoy tuviese que pedir perdón a los familiares de las víctimas por no haber evitado la tragedia, tal como ellos mismos han exigido estos últimos días, el propio presidente del Gobierno suscribió por la tarde «todas y cada una de las afirmaciones» que el lunes hizo la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en comisión en el Congreso, incluido, pues, su petición de «perdón en nombre del Estado» a las familias.

Rajoy evitó, no obstante, pronunciar la palabra perdón, pero dejó claro que comparte todo el mensaje de Cospedal y, por tanto, su giro respecto de la posición numantina del exministro Federico Trillo, que se negó a disculparse con los familiares de la víctimas incluso tras el informe del Consejo de Estado que le responsabilizaba, como titular del ministerio en el 2003, de no haber puesto todos los medios para evitar la catástrofe.

DESCONOCIMIENTO/ Pese a asegurar que desconocía la petición de las familias de los militares de que se celebre un acto institucional de homenaje, el presidente del Gobierno se mostró «dispuesto y encantado» a que se organice. «Estaremos siempre con los militares españoles y con los familiares de las víctimas del accidente para atenderles en todo aquello que necesiten», zanjó Rajoy.

Horas antes, desde el PP, Xabier García Albiol estimó que no es necesario que «uno por uno» todos los miembros del Ejecutivo se disculpen, porque ya lo hizo la ministra en sede parlamentaria: «Cospedal habló en nombre del Gobierno y eso tampoco va a dar ninguna satisfacción a los familiares. El Gobierno ha pedido perdón, se ha disculpado y a partir de aquí hay que avanzar en otros campos que permitan esclarecer si hay alguna duda». Santamaría incidió en la idea de que el perdón pedido por Cospedal también representa a Rajoy.