El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visitó ayer junto a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, a los efectivos del Ala-15 de la Base Aérea de Zaragoza desplegados en Estonia como Policía Aérea del Báltico para la OTAN.

Rajoy destacó que la misión es «un éxito» y que «contribuye a una Europa y una España cada vez más seguras». Tras su visita a la base de Amari, a unos 40 kilómetros de la capital, Tallín, su visita a las militares desplegados en la zona que hoy continuará en Letonia, donde unos 300 efectivos del Ejército de Tierra participan asimismo en una misión disuasoria de la Alianza Atlántica ante la amenaza rusa.

El presidente aprovechó la visita para mantener un encuentro con el primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, coincidiendo además con su desempeño de la presidencia de turno de la Unión Europea.

Juntos pudieron conocer la labor de los 130 militares y 5 cazas F-18 del Ala-15 zaragozana que integran el destacamento Ambar, y que desde que comenzó su despliegue, el pasado 3 de mayo, ha realizado 18 misiones reales de Policía Aérea. Esto es, intercepción y escolta de aviones rusos que se aproximan al espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania, que no cuentan con Fuerzas Aéreas propias capaces de confrontar el poderío ruso. A estas misiones se han sumado 63 de entrenamiento y 19 de adiestramiento, que se realizan diariamente.

Rajoy afirmó que era «un honor y un orgullo» visitar el contingente y le agradeció la «labor, esfuerzo y sacrificio», que convierten a esta misión en un «éxito» desde el 2006. Es la primera vez que participaban los F-18 de la base aragonesa. Defendió que «los intereses de seguridad están también en la solidaridad con los aliados y el cumplimiento de los compromisos internacionales», quizá ante las quejas de Podemos, que asegura que el despliegue en el Báltico debería haber contado con la aprobación del Congreso de los Diputados al no tratarse de una misión en España.