La presidenta de la junta de distrito del barrio zaragozano del Rabal, la socialista Lola Ranera, mostró ayer su «sorpresa y desagrado» al encontrarse la puerta de las dependencias municipales cerrada cuando se dirigió a trabajar.

La edil informó de que se encontró un cartel en la puerta de las instalaciones del barrio en el que se piden disculpas a los usuarios por el cierre ayer y hoy y en el que se deriva a la ciudadanía a las oficinas de la plaza del Pilar.

Ranera manifestó su «contrariedad» y su «enfado» por esta situación que, según afirmó la concejala, «se produce en el barrio por primera vez en la historia de la democracia».

«Nunca cupo en la cabeza de los que creímos en la participación que unas instalaciones de esta naturaleza pudieran aparecer cerradas de un día para otro sin explicaciones, a la brava», denunció Ranera.

Además, afirmó que no había recibido ninguna llamada de la consejera de Participación Ciudadana, Elena Giner, o de otro responsable del área para comunicarle los posibles problemas y buscar soluciones.

Según el grupo municipal del PSOE, algunas de las entidades que acudieron a estas instalaciones para pedir explicaciones sí que recibieron información. «Cerrar un distrito muestra la poca sensibilidad que tiene el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) con los ciudadanos y con los barrios, a los que despacha con un cartel en una puerta», aseveró Ranera.