El paso fronterizo de Bielsa ha quedado hoy abierto al tráfico, mientas que el Portalet permanece cerrado a la espera de la decisión que mañana adopte la Comisión de Seguridad francesa.

El túnel de Bielsa, en la A-138, se ha abierto a las 9 de la mañana después de nueve días cortado al tráfico por riesgo de avalanchas, de hecho en este periodo de tiempo se han contabilizado hasta quince, han informado a Efe fuentes del Gobierno de Aragón.

Los responsables de carreteras del departamento de Pirineos Atlánticos esperan poder abrir al tráfico rodado este fin de semana los pasos fronterizos de Somport (el antiguo puerto) y Portalet, que llevan un largo periodo cerrados o con aperturas intermitentes ante el fuerte riesgo de caída de aludes. Sin embargo, en el caso de Formigal, han sido los quitanieves españoles los que han penetrado dos kilómetros en territorio francés, dentro del acuerdo de cooperación, para despejar la tortuosa carretera que conduce a Laruns y Pau.

De momento, según el diario La République des Pyrénées, ya se ha abierto una trinchera de 3,50 metros de anchura, pero el trabajo será complicado, pues la calzada ha sufrido la caída de varias avalanchas debido a que las laderas están atestadas de la abundante nieve caída durante el pasado mes de febrero, que registró muchas precipitaciones. A ello se une que, según los técnicos, se trata de un manto muy húmedo y muy pesado, lo que dificulta su eliminación.

En el valle de Aspe, en la cara norte del Somport, las autoridades francesas trabajan para despegar los últimos kilómetros del puerto, que son los más sinuosos y los que presentan un mayor desnivel. En esta zona, recientemente se produjo una avalancha calificada de "monstruosa" por la prensa de Francia, en el paraje denominado Ricarouy. La inestabilidad de la nieve en las faldas de las montañas impide el paso del tráfico rodado, ya que no se puede descartar que se registren nuevos desprendimientos en las laderas.

Sin embargo, de momento se ha terminado con el aislamiento del balneario de Panticosa y de Llanos del Hospital, que habían quedado bloqueados debido a las copiosas nevadas de finales de febrero. En Panticosa fue necesaria la intervención de un helicóptero que provocó aludes controlados en los puntos más inestables.