Un mensaje de Whatsapp y una convocatoria circulando en las redes sociales fueron mimbres más que suficientes para que ayer medio millar de personas se concentraran a las puertas del Ayuntamiento de Zaragoza para protestar por el impuesto de sucesiones y el de plusvalía. El mismo leitmotiv que en Andalucía animaba a los ciudadanos para reivindicar el rechazo a ambos tributos, sirvió en la capital aragonesa para coger por sorpresa a todos. Ni el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), ni la Policía Local, ni los grupos municipales ni absolutamente nadie se esperaba semejante desborde. Y lo que es más llamativo: nadie, ni siquiera los manifestantes, sabía quién les había convocado allí a las 12.00 horas.

Una convocatoria viral a golpe de mensajes en el móvil tuvo más éxito que otras llamadas a la protesta. Los manifestantes fueron a las puertas del ayuntamiento y querían entrar «porque es la casa de todos» al grito de «manos arriba, esto es un atraco». Buscaban al alcalde, Pedro Santisteve, que, sin cita previa, accedió a recibir en su despacho a tres de ellos que hicieran de portavoces.

Tensión en la entrada

Francisco, Arantza y Francisco salían de su despacho, una hora más tarde, «satisfechos» de su encuentro. «Nos ha explicado que el impuesto de sucesiones no es competencia suya y que el ayuntamiento solo gestiona el de plusvalía, que viene marcado por la ley. Tal vez nos deberíamos coordinar mejor y organizarnos para reclamar donde tengamos que hacerlo», admitían en la planta noble de la casa consistorial.

«La ciudadanía está tan harta de estos impuestos, que a todos nos toca tarde o temprano, que ha sido algo espontáneo. Creo que lo había convocado Vox, pero he visto en internet que había una protesta y hemos venido. Si hemos venido tantos así, imaginad cuántos seríamos con una convocatoria», añadían. «Es un tema de justicia. No puedes trabajar toda una vida para ganarte un piso y cuando se lo dejas a tu hijo, se llevan la mitad. Eso es robar», concluían.

Antes, la tensión se vivía a la entrada de la casa consistorial, con cinco agentes de la Policía Local conteniendo la entrada en bloque de los manifestantes. Invitándoles a esperar en la puerta para no colapsar la entrada. Al final accedieron pero siguieron jaleando a ZeC, acompañados de pancartas que rezaban en vida nos roban, muertos nos chupan la sangre. Se despidieron emplazando a todos a repetir protesta el próximo martes, pero en la DGA. Próximo objetivo: Javier Lambán.