La Red de Ciudades por la Bicicleta mostró ayer un rechazo unánime a la obligatoriedad del uso del casco que pretende imponer el nuevo Reglamento de Circulación. Ciudades como Madrid, Barcelona, Alcobendas, Murcia, entre otras, se alinearon ayer con la posición de oposición frontal mostrada por el Ayuntamiento de Zaragoza en la reunión urgente convocada en el Departamento de Sostenibilidad del consistorio de la capital de España. No solo se opusieron sino que fueron muy críticos con una decisión que va en contra, a juicio de todas ellas, del fomento del uso de la bici y de la ampliación del servicio público municipal que tanto éxito está teniendo en todas ellas.

Respecto al uso del casco, la conclusión que se extrajo es la de trasladar al Gobierno central su petición de que se mantenga la legislación actual, que no obliga a usarlo en las vías urbanas, ya que "los estudios actuales no demuestran que su uso represente una reducción de los accidentes o muertes por lesión craneoencefálicas", pero que, a su juicio, sí que "reduce el número de ciclistas que usan la bicicleta como medio de transporte". Y, como entienden que "está comprobado que cuantos más ciclistas circulen, mayor es su seguridad", no tiene sentido impulsar esta medida.

VEHÍCULOS SIN REGULAR Tampoco ven con buenos ojos que, en calzadas con un único carril de circulación, se obligue a los ciclistas a ir pegados a la derecha del carril para facilitar los adelantamientos. No aceptarán ninguna alternativa que no sea que vayan por el centro, "para favorecer su seguridad y que sean más visibles para los conductores de vehículos de mayor tamaño".

También se mostaron muy críticos desde la Red, en la que hay representadas más de 100 ciudades españolas, con que el nuevo reglamento olvide regular las normas por las que deben regirse otros vehículos a los que no se les cita de forma expresa a pesar de que el uso está más que demostrado, como por ejemplo los segways. No hay ni rastro de ellos en el texto propuesto

En este sentido, también piden que para circular con monopatines, patines y aparatos similares se les aplique la misma exigencia que a las bicis, y que no puedan ir por aceras inferiores a tres metros de anchura y que lo hagan a un metro de la fachada. Además, lamentan que se obligue a pintar los pasos de peatones de blanco y no abra la puerta a otros colores que refuerzan, a su juicio, la señalización.