Los familiares de las víctimas del incendio intencionado del Hotel Corona de Zaragoza, el 12 de julio de 1979, recordaron ayer la tragedia ante el hotel, actual Meliá, y participaron en un acto de homenaje en la cercana iglesia de Santiago. El encuentro incluyó también la participación de los familiares de las víctimas en el tributo a Miguel Ángel Blanco y las víctimas del terrorismo.

Allí se produjo un pequeño incidente cuando alguna de las participantes interpeló al alcalde Pedro Santisteve, definiendo a los afectados como «los grandes olvidados» que llevan años reclamando ser reconocidos como víctimas de ETA sin que judicialmente se haya demostrado. Santisteve respondió que hay «muchos olvidados», como las víctimas del franquismo enterradas en las cunetas.