Los partidos políticos con representación en las Cortes de Aragón han reaccionado emocionados al comunicado emitido ayer por ETA en el que la banda anunciaba su disolución, ya que todos han hecho referencia a las víctimas y al valor de su sacrificio para conseguir que los terroristas hayan sido vencidos.

En este análisis han coincidido los portavoces de los siete partidos con representación en el Parlamento aragonés.

Aragón ha sido golpeada con dureza por la banda terrorista, donde durante su existencia dejó dieciséis muertos: dos en el atentado con coche bomba en San Juan de los Panetes de Zaragoza en enero de 1987; once (cinco de ellos niñas) en el atentado a la casa cuartel de Zaragoza en diciembre de 1987, y dos en el perpetrado también con coche bomba en el cuartel de Sallent de Gállego en agosto de 2000, desgraciada lista a la que en mayo de 2001 se sumó el presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad.

La portavoz del PP, Mar Vaquero, ha insistido ante los medios en que ETA "no se ha disuelto", sino que "ha sido derrotada por el estado de derecho, la democracia y la libertad", y ha enfatizado que "no cabe la impunidad" de sus crímenes, que generaron un sufrimiento que "no puede ser en vano".

Por eso, ha agregado, es la sociedad la que, en nombre de la libertad, debe de escribir ahora la historia de ETA.

Por su parte, el portavoz del PSOE, Javier Sada, ha considerado que el anuncio "no deja de ser más que la confirmación de la derrota del totalitarismo terrorista por parte de la sociedad y la democracia".

Para Sada, es fundamental mantener la memoria "para que en el futuro esta sociedad siga recordando que al totalitarismo terrorista solo se le derrota desde la democracia".

El secretario general de Podemos Aragón, Nacho Escartín, ha mostrado en primer lugar un "alivio profundo" por que estas generaciones puedan vivir la política "desde la pluralidad" y lo hagan "sin el yugo de un terrorismo que atenazaba las libertades más básicas".

Ha hecho hincapié en la necesidad de justicia y reparación para las víctimas, sobre todo de atentados sin resolver, y ha puesto en valor a todos quienes han ayudado a construir la paz, aquellos que fueron protagonistas pero también las sociedades vasca y española en su conjunto.

Arturo Aliaga, presidente del PAR, también ha coincidido en que al final han triunfado el estado de derecho, los jueces, los tribunales y los cuerpos de seguridad del Estado, y la democracia y la unión de los partidos.

A su juicio, la democracia es "el mejor sistema" para combatir al terrorismo y al totalitarismo que ponen en riesgo la convivencia pacífica, pero Aliaga tampoco ha olvidado a quienes han pagado con su vida para que ahora se viva en libertad y ha deseado que se aclaren todos los casos sin resolver para que la ley se cumpla "en todos sus términos".

Desde Ciudadanos, Susana Gaspar ha manifestado que hoy es un día para recordar y homenajear a las víctimas, todas ellas inocentes, y para pedirle a ETA que colabore para aclarar los 358 crímenes aún sin resolver.

Ha puesto asimismo en valor en trabajo que todos los demócratas han hecho para que después de tantos años al final haya llegado la disolución.

Desde CHA, el portavoz, Gregorio Briz, ha considerado que esta es "una gran noticia", aunque ha estimado que el reconocimiento de su disolución "no ha sido demasiado generoso y autocrítico por parte de ETA", que se ha querido "justificar de alguna forma y no ha pedido disculpas y reparación".

A partir de hoy, ha añadido, todas la partes "deben de tener generosidad" y ahí radica a su juicio la dificultad para restañar las heridas, aunque la política debe aplicar a esta tarea una carga de razón para que se pueda superar la situación.

Finalmente, la diputada de IU, Patricia Luquin, ha coincidido en que es un día "histórico" que le genera una sensación agridulce, en tanto en cuanto "se ha terminado con muchos años de horror en el País Vasco", pero llega "demasiado tarde".

Después de dejar claro que "todas las ideas hay que defenderlas con las palabras y no con las pistolas", ha advertido de que "el gran reto" ahora es que todo el mundo pueda adoptar una actitud generosa y que la clase política esté "a la altura" de la sociedad civil para que Euskadi recupere la normalidad democrática.