La Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional ha devuelto a la Diócesis de Palencia una tabla del siglo XVI atribuida a Juan de Borgoña, robada en 1979 con el retablo de la ermita de Astudillo (Palencia) del que formaba parte, tras ser recuperada por efectivos policiales de Zaragoza.

El delegado de Patrimonio Histórico de la Brigada de Policía Judicial de Aragón, Fernando Sánchez; y jefe de la Brigada Central de Patrimonio Histórico, Fernando Porcel, han entregado hoy al delegado Diocesano de Patrimonio en Palencia, José Luis Calvo, la tabla recuperada, que permanecerá temporalmente en el Museo Diocesano de Palencia.

Se trata de una pintura al óleo sobre tabla de estilo flamenco de principios del siglo XVI que se atribuye a Juan de Borgoña y que formaba parte del retablo de la ermita de Torre Marte de Astudillo y que fue robada en 1979.

La obra estaba catalogada en el libro 'Arte sacro en Palencia', publicado en 1972 por el sacerdote y anterior delegado Diocesano de Patrimonio en Palencia, Ángel Sancho, lo que ha permitido su recuperación posterior.

Precisamente ese libro llegó a manos del coleccionista que en 1980 adquirió, por un millón de pesetas, la tabla a un anticuario de Gerona, sin saber que había sido sustraída de la ermita palentina.

Al comprobar que el óleo estaba incluido en el libro de Sancho, y sospechar que podía haber formado parte del retablo que había sido robado, se puso en contacto con un anticuario de Zaragoza que a su vez se lo comunicó a la Policía de Zaragoza, según ha relatado Fernando Sánchez.

Contrastando los datos con la base de datos de obras robadas de la Brigada Central de Patrimonio Histórico se verificó la autenticidad de la tabla y que efectivamente había sido robada de Astudillo, a pesar de que había sido cortada, restaurada y enmarcada para facilitar su venta y dificultar su reconocimiento.

El coleccionista entregó voluntariamente a la Policía la tabla, que se limpiará para eliminar el brillo excesivo y a la que se quitará el marco, y que no podrá volver a la ermita de donde procede por la falta de medidas de seguridad del templo, situado a las afueras de Astudillo, ya que se trata de una obra artística que "no tiene precio", según el delegado diocesano de Patrimonio.

Por eso tras una estancia temporal en el Museo Diocesano de Palencia, se depositará en la iglesia museo de Santa Eugenia de Astudillo junto a otra obra, un calvario del siglo XVI, que fue robado de la misma ermita y recuperado hace algunos años.

El óleo en tabla representa un tema muy habitual en el Renacimiento, un Cristo muerto y resucitado mostrando las llagas de la Pasión en las manos y el costado, la corona de espinas, un paño de pureza y dos ángeles levantándole la capa para que se vean los signos de la Pasión.

Aunque la obra se atribuye a Juan de Borgoña, sigue habiendo dudas sobre su autoría, algo que, según Calvo, habrá que seguir estudiando.