La rehabilitación del Mercado Central de Zaragoza sufrirá un más que probable retraso en el inicio de las obras porque uno de los diez licitadores del concurso público ha decidido presentar un recurso. Se trata de la unión temporal de empresas formada por Contratas Vilor y Rigel Over, que fue excluida de la puja en la apertura de plicas al detectarse una deficiencia insalvable. Su clasificación de empresa no es la exigida en los pliegos. Esta se limitó a confirmar su decisión de alegar. Pero podría llegar al Tribunal de Contratos Públicos de Aragón (TACPA), que en el peor de los escenarios podría paralizar el proceso de adjudicación.

Sin embargo, para el ayuntamiento, esta posibilidad no se contempla, ya que como mucho puede demorar la valoración técnica y económica de las otras 9 ofertas ya validadas «de 15 a 20 días», de manera que después de Semana Santa se espera una resolución rápida al recurso.

Este lo anunció la socialista Lola Ranera en la Comisión de Urbanismo, al responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, que dijo desconocerlo. Le pedía explicaciones sobre las afecciones al proceso, ya que auguró la edila que las obras podrían iniciarse «después del verano», retrasando su estreno. Y con el mercado provisional funcionando desde el 12 de abril, y el de Lanuza cerrado.