La renuncia a su cargo de la concejala de Hacienda, Pilar Vilar, dio ayer al traste con la moción de censura que los grupos de la oposición preparaban contra el alcalde socialista Miguel Luis Lapeña y cuyo plazo concluía a las 15.00 horas de hoy.

Pilar Vilar, que había sido denunciada por supuestas incompatiblidades entre su cargo y la empresa responsable de las obras desarrolladas en el castillo de la localidad, era el principal escollo para el equipo de gobierno. La citada actuación, además, acabó con un sobrecoste que provocó gran malestar.

Con su marcha del consistorio, aceptada por el regidor, se desbloquea la situación, dado que el representante de Ciudadanos no está ya de acuerdo con seguir adelante con la moción de censura, que se hizo inevitable cuando Lapeña no superó la cuestión de confianza que interpuso el pasado mes de febrero.

El portavoz del PP, Amadeo Sampietro, manifestó en la tarde de ayer que las negociaciones seguían adelante, por lo que no podía adelantar el resultado de las mismas hasta que concluyera el plazo. El PP cuenta con seis de los 17 concejales que tiene el Ayuntamiento de Fraga, frente a los ocho del equipo de gobierno, compuesto por el PSOE (7) y Aragón Sí Puede.

En la crisis que ha vivido el consistorio ha desempeñado también un papel importante el único edil de Compromiso por Fraga, Ángel Cabrera, que procedía de las filas socialistas. El enfrentamiento entre este concejal y Lapeña ha sido un elemento desestabilizador durante la legislatura.

Al marcharse, la concejala de Hacienda deja claro que no quiere entorpecer los presupuestos del 2018, que estaban en el aire y que contienen partidas de inversiones de gran interés. No obstante, ha encargado al alcalde un informe que determine su compatibilidad en la tramitación de los presupuestos, así como otro sobre el hecho de que está al corriente del pago de sus obligaciones tributarias con el Ayuntamiento de Fraga.