El número de reclamaciones ante la Junta Económico-Administrativa de Aragón repuntó en 2017 después de tres años de descenso, hasta alcanzar las 150, de las que más de la mitad se refieren a impuestos medioambientales, principalmente al impuesto sobre el daño medioambiental causado por las grandes áreas de venta.

El repunte, según indican fuentes del Gobierno de Aragón, supone un cambio en la tendencia puesto que mientras que entre los años 2014 y 2016 hubo un descenso notable del número de asuntos planteados ante la Junta de Reclamaciones, en 2017 se ha producido un repunte considerable para alcanzar cifras similares a los años 2012, 2014 o 2016. En 2016 se presentaron 83 reclamaciones y se resolvieron 261.

Por lo que se refiere a las reclamaciones resueltas, se mantiene un número constante a partir de 2012, consecuencia del incremento de la periodicidad de las reuniones de la junta y del mayor esfuerzo del personal dedicado a la elaboración y aprobación de resoluciones.

A fecha de 1 de enero de 2018 están pendientes de resolverse 176 reclamaciones acumuladas.

Como novedad respecto a años anteriores, el segundo gran bloque de reclamaciones presentadas se refiere a la categoría "Otras materias", aunque prácticamente todas las reclamaciones proceden del Ministerio del Interior contra facturas de centros hospitalarios del Servicio Aragonés de Salud en concepto de asistencia sanitaria prestada a internos de centros penitenciarios.

Parte de estas reclamaciones ya han sido resueltas por la Junta en el año 2017, que no las admitió al considerar que dichas facturas no se encuentran entre los actos susceptibles de reclamación al no ser un ingreso de derecho público de la administración aragonesa.

La tercera materia que concentra la litigiosidad ante la junta de reclamaciones son los asuntos relacionados con el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas, si bien el número de asuntos es muy similar al de años anteriores, según el ejecutivo.

Por otra parte, del análisis del fallo de las resoluciones dictadas por la Junta de Reclamaciones es posible concluir que, como en años anteriores, la gran mayoría tienen un sentido desestimatorio de las pretensiones formuladas por los reclamantes.