Las fuertes precipitaciones que que se viven estos días en Aragón siguen provocando destrozos, afecciones y, en ocasiones, situaciones de riesgo, en varios puntos del territorio. Muestra de esto último fue lo sucedido ayer en Ballobar, donde una persona tuvo que ser rescatada por la Guardia Civil tras quedar atrapada en lo alto de su vehículo, que había sido arrastrado por una avenida de agua.

Los hechos se produjeron en las inmediaciones del camino del barranco de Bensala, en el término municipal de la localidad zaragozana, donde quedó atrapado un hombre de 38 años y vecino de Bujaraloz.

El aviso se produjo sobre las 13.30 horas con una llamada a la Central COS (062) de la Guardia Civil de Huesca. Para el rescate, dos de los agentes se ataron a una cuerda con la que llegaron hasta donde se encontraba el vehículo, a unos 30 metros de distancia, y una vez alcanzaron al hombre, este se agarró a uno de los agentes, mientras el otro los aseguraba con la cuerda.

El individuo auxiliado, que se encontraba ileso, explicó que se había visto sorprendido por una súbita subida de agua y, finalmente, quedó encallado

En la provincia de Huesca, las fuertes lluvias también causaron daños en varias localidades. En Esplús, las precipitaciones alcanzaron los 80 litros por metro cuadrado en dos horas y causaron destrozos en algunos caminos municipales. No solo resultaron dañadas estas vías, sino que en este municipio de la comarca de la Litera también se han inundado campos y afectó a la carretera que comunica con Albalate de Cinca.

Sin salir de la provincia de Huesca, en Peñalba, ayer se registraron hasta 70 litros por metro cuadrado en una hora, con una tormenta que comenzó al mediodía y que, por momentos, llegó en forma de granizo. A causa de esta tromba, el agua anegó las calles de la localidad y se vieron afectados inmuebles como viviendas, garajes y algunos establecimientos.