A finales del año pasado, la Policía Nacional detuvo a seis miembros de una sociedad cannábica ubicada en la plaza San Miguel de Zaragoza. Los investigadores señalaron que las personas que allí acudían, fueran socios o no, lo hacían para la adquisición de sustancias estupefacientes. Ayer, los responsables del club lo negaron ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, Beatriz Muñoz.

El presidente, el secretario y el tesorero aseguraron, asistidos por el penalista José Luis Melguizo, que las medidas de acceso al local eran «tan seguras que es imposible que una persona que no es socia pueda acceder para comprar marihuana o hachís». «Hay un sistema de detección de huella con el que se abre la puerta en la que hay una persona que comprueba con el DNI si se está registrado, en caso contrario se le impide entrar».