El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha presidido un solemne acto de reinhumación de los restos del Linaje Real del Panteón medieval perteneciente a la primera dinastía de los reyes de Aragón Ramiro I, Sancho Ramírez, Pedro I, un acto enmarcado dentro del habitual programa celebrativo de la Real Hermandad de San Juan de la Peña.

La jornada ha incluido la inauguración de una exposición permanente en el espacio de la antigua Masadería, antesala del Panteón, sobre la formación de la dinastía de los reyes de Aragón y los panteones reales, y describiendo la investigación antropológica, genética y forense llevada a cabo entre 2007 y 2011, y retomada ahora por el Gobierno de Aragón, informa el Ejecutivo.

Lambán, que ha calificado como "la fecha más significativa de todo mi mandato desde el punto de vista político e histórico", ha explicado que han decidido devolver los restos de San Juan a su lugar de origen, garantizando la posibilidad de continuar con la investigación en el futuro a través de un Banco de Muestras.

En su calidad de historiador, también ha subrayado que San Juan de la Peña es un lugar con "una potencia evocadora incomparable" y que todo su entorno le ha hecho ser el lugar propicio para "ser la cuna del Reino de Aragón", algo que los aragoneses "debemos valorar como tales".

Así, el Linaje Real vuelve a San Juan, espacio espiritual clave para la continuidad de la dinastía real del recién nacido Reino de Aragón y esta reinhumación hace que el Panteón, adquiera la importancia que merece al acoger el contenido que le dio sentido.

El acto tiene lugar dentro de un programa más amplio de actividades que el Gobierno de Aragón desarrolla para poner en valor el patrimonio cultural e histórico ligado a los Panteones Reales de Aragón y lo hace en colaboración con Fundación Ibercaja y la Real Hermandad de San Juan de la Peña para poner en valor el patrimonio histórico y cultural de Aragón, en particular el vinculado a la conformación del Reino.

Entre los motivos de reinhumar los restos, se encuentra la vieja reivindicación de la Jacetania para que volvieran a su lugar de origen los restos del Panteón medieval después de varias décadas.

Además, se han producido otros avances como el hecho de que la dirección científica del proyecto considere probada la existencia de relaciones de parentesco entre los tres panteones mencionados, entre los lugares de enterramiento de miembros de la misma familia, como era el caso de los primeros reyes de Aragón y destacados miembros de su círculo familiar.

Para poder continuar con futuros análisis genéticos se ha realizado un Banco de Muestras de los restos óseos. La disponibilidad de nuevas técnicas de análisis abre la puerta a una mayor definición en los resultados con menor cantidad de muestra.

Por otro lado, en su momento (año 2011) no se llevó a cabo una tarea divulgativa, que este gobierno considera fundamental, y que ha conseguido hacerlo junto a la Fundación Ibercaja, mediante una exposición, catálogo, elementos interpretativos y la futura presentación de guías didácticas.

Los restos de que se trata fueron extraídos de los enterramientos del Panteón con motivo de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo a mediados de los años 80 por el Gobierno de Aragón. Dos décadas más tarde, en 2007, se planteó llevar a cabo una investigación antropológica y forense, dirigida por la Universidad de Zaragoza, al objeto de profundizar, aplicando las técnicas y proceso científicos sobre los restos, en el conocimiento de la dinastía real, tratando en último término de llevar a cabo identificaciones de algunos de esos restos, aunque dicha investigación se cerró en 2011 de modo inconcluso.

La investigación 2007-2011 realizó avances de identificación notables en los panteones del sepulcro de las benedictinas de Jaca, y de San Pedro el Viejo de Huesca. Los restos de San Juan de la Peña ofrecían un grado de complejidad muy elevado, por el número de individuos enterrados y por los avatares del monasterio a lo largo de los siglos.

Posteriormente, la investigación destapó todo un conjunto de pruebas que fueron analizadas desde diversas disciplinas (historia, arqueología, antropología, medicina forense), y que abarcaron los restos de los panteones de San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo y el sarcófago de las Benedictinas de Jaca, enterramientos que supuestamente incluían restos de los que podían ser familiares de los primeros reyes de Aragón.

Se logró avanzar positivamente en identificaciones relevantes de los diferentes panteones, y se logró información muy significativa en cuestiones como fisionomía y dieta de los componentes de la familia real.

Con el Banco de Muestras se dejan asentadas las bases para continuar con los cruces genéticos pertinentes, establecidos con el criterio de la dirección científica del proyecto, de cara a poder avanzar en procesos de identificación específicos, en función de la disponibilidad pertinente de recursos.

En primer lugar, la creación de un Banco de Muestras de los restos óseos del Panteón Real, realizado con las garantías precisas para facilitar la investigación científica. La mayor parte de este trabajo lo ha realizado el laboratorio Citogen.

Además, se ha dado continuidad a la investigación financiando un proyecto a través de la OTRI, entre septiembre y diciembre de 2017, sobre un grupo de restos óseos infantiles.

Además, el Gobierno de Aragón ha actuado para divulgar el estado de la investigación, así como para acercar la historia del Monasterio y de la dinastía real al público, a través de una exposición permanente en el espacio del Panteón.

Igualmente, se ha intervenido para la adecuación del Monasterio Viejo en elementos estructurales de seguridad, iluminación y pintura.

Estas serán las primeras piezas para la ruta de panteones y la gran exposición de panteones reales que se inaugurará a finales de año. La ruta de panteones cuenta con tres elementos principales: San Juan de la Peña, Santa María de Sijena y San Pedro el Viejo, y tendrá también continuidad en otras sedes como las Benedictinas de Jaca, Montearagón o San Victorián.